El abrigo y la cueva de Benzú memoria de los trabajos arqueológicos de una década en Ceuta (2002-2012)
Capítulo 8
Reconstrucción del paisaje vegetal en el contexto del yacimiento de Benzú: análisis polínico de las cuadrículas BVII y CVII (campaña del 2007)
Se ha realizado el análisis polínico de las 16 muestras del perfil CB7 (FIGURAS 8.1, 8.2, 8.3, 8.4 y 8.5), procedentes de las cuadrículas BVII y CVII (campaña del 2007) del Abrigo de Benzú, y que registran información de los estratos 1 a 7 (ambos inclusive). La extracción de los granos de polen se ha realizado mediante el ataque con ácidos y álcalis, de acuerdo a los protocolos establecidos (Coûteaux, 1977), y el residuo obtenido ha sido sometido a técnicas de enriquecimiento mediante el empleo de licor denso de Thoulet (Goeury y Beaulieu, 1979).
MATERIAL Y MÉTODOS
El tratamiento estadístico de los datos se ha realizado mediante los paquetes informáticos TILIA® y TILIA GRAPH® (© Eric C. Grimm, 1992) y TGView 1.6.2, cuya representación gráfica queda materializada en el demonizado Histograma Polínico (FIGURA 8.1), habida cuenta que algunas de las muestras han presentado un escaso número, tanto de granos de polen como de taxones identificados.
La información procedente de dichas muestras ha quedado representada a modo de presencias, y en ellas no consta la relación entre el total de polen arbóreo (PA) y no arbóreo (PNA). Las frecuencias relativas de los taxones arbóreos, arbustivos y herbáceos se han calculado a partir de la suma base, que excluye el polen de la vegetación acuática, las esporas y los MNP; los porcentajes de estos últimos se han realizado en base a la suma total del contenido en granos de polen y MNP de cada muestra. Los datos más relevantes de este perfil CB7 (FIGURA 8.1) se resumen en la identificación de un total de 37 taxones, de los que 9 son arbóreos, 4 arbustivos y 24 herbáceos, junto a 3 elementos acuáticos, esporas monoletas y triletas y 15 microfósiles no polínicos (MNP) de afinidad diversa.
Pinus es el componente principal a lo largo de toda la secuencia, representando la vegetación de carácter regional, mientras que el bosque local lo conforman fundamentalmente Quercus de tipo perennifolio y en menor medida Quercus tipo caducifolio junto a Oleaceae, Juniperus y Myrtus; de un modo más puntual se detectan presencias de Cedrus, Corylus y Ulmus. Ericaceae y Rosaceae son los elementos principales del estrato arbustivo, acompañados esporádicamente por Tamarix y Cistaceae. En cuanto al grupo herbáceo, dominan Asteraceae liguliflorae y tubuliflorae, junto a Poaceae y Chenopodiaceae. También se encuentra presente un elenco de taxones que no llegan a ser dominantes ni presentar una distribución continua a lo largo del perfil, cuyo desarrollo es acorde con las fluctuaciones observadas a lo largo de la secuencia. Algo similar ocurre con los taxones acuáticos, dominados por Cyperaceae.
"Figura 8.1. Histograma Polínico de la secuencia CB7 del Abrigo de Benzú (Ceuta)"
Respecto a los Microfósiles no polínicos (MNP), identificados de acuerdo con la clasificación numérica de van Geel (Van Geel, 1978; Van Geel et alii, 1981 y 2003) cabe destacar aquellos que son significativos, bien desde el punto de vista de su constancia a lo largo de perfil (Glomus cf. fasciculatum o tipo 207, indicador de procesos de deforestación), así como por su desarrollo, aunque solo en la mitad inferior de la secuencia, elementos como Sordaria sp o tipo 55 A, de afinidad coprófila, Valsaria o tipo 140, y los tipos 174 y 181, de carácter mesoeutrófico. Más esporádicamente se constatan presencias de Pseudoeschizae circula, relacionado con procesoso erosivos, y Epohydatia o tipo 138; y el tipo 18, que definen condiciones de humedad; y el tipo 340, relacionado con la presencia de agua, frente a Pleospora o tipo 3 b característico de condiciones secas, entre otros.
Con el fin de facilitar la lectura de los datos, se combinan en la misma figura las curvas porcentuales de algunos taxones individuales (Pinus, Juniperus y el MNP 55 A o Sordaria sp, de afinidad coprófila) y agrupaciones de taxones como son Arbóreos, Ribera (Ulmus), Mediterráneos (Quercus-p, Olea) y Mesófilos (Quercus-c, Corylus); para los taxones herbáceos se contemplan los grupos de Estépicos (Artemisia, Ephedra), Xéricos (Chenopodiaceae, Asteraceae liguliflorae y tubuliflorae) y Nitrófilos (Poaceae, Fabaceae, Caryophyllaceae, Brassicaceae, Apiaceae y Plantago), de esta forma quedan representados los grupos más significativos del perfil (FIGURA 8.2). Es importante señalar que en esta representación las escalas gráficas no corresponden a igual valor numérico, pudiendo así resaltar aquellas agrupaciones o taxones, que pese a sus bajos porcentajes tengan una gran relevancia desde el punto de vista de la vegetación.
RESULTADOS E INTERPRETACIÓN
El diagrama polínico de la secuencia CB7 muestra un buen desarrollo, en términos generales, de la vegetación arbórea, con valores que en ocasiones llegan a alcanzar el 60%, así como una importante diversidad en el estrato herbáceo. La vegetación local está dominada por los taxones Mediterráneos que infiere la instalación de unas condiciones claramente mediterráneas, bajo las cuales se detectan ciertas alternancias en el desarrollo de los taxones Xéricos y Estépicos, frente a las que tienen lugar en los taxones Mesófilos, de Ribera, y Cyperaceae, que definen fluctuaciones en la tasa de humedad, que a su vez explican las presencias, también esporádicas, de los MNP de dicha afinidad. En cuanto a su evolución, la tendencia general que muestra el perfil polínico es hacia la instalación de unas condiciones más secas y frescas hacia el techo de la secuencia. La dinámica de la vegetación de la secuencia junto con la existencia, a lo largo de la misma, de muestras con un bajo contenido en granos de polen, que alternan con otras que poseen un importante porcentaje y mayor diversidad, ha permitido identificar cuatro fases (FIGURAS 8.1 y 8.2) que definen la evolución de la vegetación, y cuyas características más relevantes son:
■ CB7-I: (incluye las muestras CB7-1, CB7-2C y CB7-2B, correspondientes a los estratos 1 y 2, comprendidas entre 3,40 a 2,90 metros); caracterizada por el aumento de la curva de PA debido fundamentalmente al incremento de Quercus tipo perennifolio y en menor medida a la estabilidad de la
Figura 8.3. Representación porcentual de agrupaciones ecológicas más significativas de los perfiles Cbt y CB7. Las muestras y los nombres de las agrupaciones del perfil CB7 aparecen escritas en cursiva y subrayadas
de este comportamiento se deduce que el desarrollo de la vegetación responde a una sucesión de procesos cíclicos donde las fases CB7-I, CB7-III y CB7-IVb, representan etapas de óptimos climáticos que favorecen la mayor diversidad en el desarrollo de la vegetación, y una mejor conservación de los granos de polen, frente las fases CB7-II, CB7-IVa y CB7-IVc, en las que se produjeron periodos de sequías más o menos moderadas, que impidieron la expansión de la vegetación mediterránea, sin descartar una bajada de temperaturas, que explicaría la presencia tanto de Pinus como de Juniperus durante las mismas.
Los resultados del análisis polínico realizado sobre los materiales procedentes de la secuencia CB7 del Abrigo de Benzú han puesto de manifiesto que la vegetación del entorno responde a un paisaje de tipo mediterráneo formado fundamentalmente por encina/carrasca, quejigos (Quercus-p), acebuches (Olea) y enebros (Juniperus), junto a los olmos (Ulmus), estos últimos relacionados con el cauce fluvial; en las fases durante las cuales la sequía estival no fue excesivamente acusada se favoreció el desarrollo de matorrales de mirto (Myrtus). Sin embargo la vegetación regional estaría constituida por
bosques abiertos, o muy alejados, de cedros (Cedrus) y pinos (Pinus), cuyas variaciones porcentuales responden bien a la mayor o menor densidad del mismo así como a su mayor o menor proximidad al yacimiento.
Hechos similares ya fueron detectados en la columna polínica Cbt (Ramos et alii, 2006 y 2008; Ruiz Zapata y Gil García, 2003a y b); en ese caso las fases I y III se definían como marcadamente cálidas frente a las fases II y IV, que estaban caracterizadas por el descenso de masa forestal, junto a un espectro predominantemente seco; además en esta secuencia, estas fases culminaban en niveles estériles, coincidentes con litologías asociadas a condiciones frías. Sin embargo en la secuencia CB7, no se han detectado niveles estériles y las fases CB7-II, CB7-IVa y CB7-IVc de deterioro, no son sincrónicas con respecto a las de Cbt, sino que se encuentran ligeramente adelantados. El retardo moderado en la respuesta de la vegetación a los cambios climáticos detectados del perfil Cbt frente a CB7, puede ser asumida por la resolución en los límites del estrato o bien por la morfología del Abrigo, previa a la decantación del polen.
Con el fin de establecer la relación con los datos obtenidos de ambas secuencias, para los estratos de 1 a 7, se han representado porcentualmente los taxones o agrupaciones (FIGURA 8.3). Los hechos más significativos se resumen en los siguientes puntos:
■ No se constatan los niveles estériles de la secuencia Cbt, en la secuencia CB7.
■ Las fases II, IVa y IVc del perfil CB7, de menor diversidad, se adelantan ligeramente, al menos en relación con el estrato que representan, respecto a las identificadas en la secuencia Cbt.
■ El comportamiento del estrato arbóreo, a grandes rasgos, es el mismo en ambas secuencias, si bien en CB7 su desarrollo es algo menor.
■ En ambos perfiles dominan los taxones Mediterráneos, cuyo comportamiento es muy similar; no obstante los valores alcanzados en CB7 son más altos que los observados en Cbt.
■ Los taxones Mesófilos presentan un comportamiento similar en la base, si bien con posterioridad, tienen una mayor representación y ésta es más continua en la secuencia CB7 que en Cbt.
■ En el desarrollo de los taxones Xéricos se observa cómo sus valores son más elevados en CB7, mientras que los Estépicos presentan valores muy similares en ambos perfiles; y los taxones de Ribera son ligeramente superiores en Cbt, apareciendo desfasados al comparar las fluctuaciones ocurridas en ambos perfiles.
Los contrastes observados entre ambos perfiles pueden responder a las diferencias a la hora de definir los límites del estrato, o a morfologías del Abrigo, previas a la decantación del polen. En ambas secuencias se observan periodos climáticos limitantes para el desarrollo de la vegetación, los dos registros lo recogen de dos maneras distintas: mediante disminución brusca de los porcentajes arbóreos (CB7) o manifestando la ocurrencia de hiatos (Cbt). No obstante, aunque los espectros no sean exactamente similares, en ambas secuencias las tendencias mostradas indican la existencia de un patrón con marcadas similitudes. Así y para corroborar la veracidad de esta sentencia, se han sumado, para cada perfil, la totalidad del polen hallado en las muestras correspondientes a cada uno de los siete estratos identificados y representados en los dos perfiles (FIGURA 8.4). Los resultados no son estrictamente
Figura 8.4. Representación porcentual de las agrupaciones de taxones, que identifican cada uno de los estratos en las secuencias CB7 (a la izquierda y en trazo continuo) y Cbt (a la derecha y en trazo discontinuo)
Figura 8.5. Perfil del corte estratigráfico en la cuadrícula CVII. Se aprecia la zona de muestreo de la columna polínica. Campaña de 2007
coincidentes con las fases definidas a través de las muestras individualizadas, sino que proporcionan una visión más global de la vegetación y de sus cambios. Las características más significativas, de cada uno de los estratos, se resumen en:
■ Estrato 1: representa un paisaje vegetal empobrecido, dominado por los taxones Xé - ricos, que sería indicativo de un déficit de humedad, si bien se observa una tendencia hacia el incremento de la misma.
■ Estrato 2: el dominio de los taxones Mediterráneos permite detectar un aumento de la temperatura unido a una marcada sequía estival.
■ Estrato 3: el desarrollo de los taxones Mesófilos permite inferir un aumento en la tasa de humedad y una suavización de las temperaturas.
■ Estrato 4: el aumento de los taxones Xéricos y Estépicos abogan por una reducción de la tasa de humedad.
■ Estrato 5: una recuperación de los taxones Mediterráneos podría ser el resultado de un aumento de la temperatura.
■ Estrato 6: el desarrollo de Juniperus, y en menor medida de los taxones Estépicos y Xéricos, podría ser indicativo de un descenso de la temperatura y de la humedad.
■ Estrato 7: aumento de mediterráneos simultáneamente al retroceso generalizado del resto de los taxones es indicativo de una fase de degradación de la vegetación como consecuencia de unas condiciones algo limitantes, tal vez causadas por el incremento de intensidad o duración de la sequía estival.
Con todo ello, no se puede hablar de la existencia de una ciclicidad en la evolución de la vegetación, sino de una tendencia de la misma. La cual se inicia en el Estrato 1 con una composición poco definitoria, para dar paso a la instalación de unas condiciones Mediterráneas (E-2), seguidas de unas condiciones templadas y de mayor humedad (E-3). A continuación tienen lugar unas condiciones más frescas y secas (E-4, 5 y 6), para finalizar en el Estrato E-7 con un retorno a unas condiciones mediterráneas más extremas. Esta acentuación de la mediterraneidad dio lugar a un paisaje más abierto, con pérdida del estrato arbóreo, quizá la causa pudo estar en un clima algo más seco que prevalece durante esta fase.

