Capítulo 9
La funcionalidad de los espacios religiosos y culturales en el Urbanismo Medieval Ceuti
En todas las sociedades islámicas medievales, se pone de manifiesto que el sentimiento religioso impregnaba toda la vida social, económica y cultural. Esto era más evidente en las ciudades, donde era posible llevar un control y un desarrollo más completo de las prácticas religiosas musulmanas 1.
A Ceuta, se desplazan sabios y santos residentes en otros lugares, bien para vivir més intensamente las fiestas religiosas 2, o bien para vivir más devotamente el mes sagrado del Ramadan3.
La ciudad islámica, es también un foco en el que se concentra la vida religioso-política, al menos los viernes en los que todos los habitantes de los alrededores se concentrarían en Ceuta para la oración y para que el poder político, lanzase sus consignas.
En los patios de las mezquitas, tenia lugar una activa vida social, sirviendo a modo de “plazas” en el mundo cristiano.
Cabe preguntarse sobre cual sería el espacio controlado por Ceuta en la Edad Media. La respuesta, es muy difícil, pues no tenemos ningún dato concreto. Además, la extensión de ese espacio, estaría sujeta a los avatares políticos. Solo podemos llegar a una aproximación de tipo general, teniendo en cuenta, que en la costa del Estrecho, la ciudad de Tánger, limitaría hacia el Oeste su influencia. Difícil resulta marcar los límites hacia el Sur. Ceuta, era la única ciudad en una amplísima zona, en donde no se había desarrollado aún el urbanismo. Si tenemos en cuenta la pobreza agrícola del suelo del hinterland inmediato de Ceuta 4, y que esta ciudad, era en el siglo XIII, la tercera ciudad en el pago de impuestos por el ganado 5, debemos suponer, que su dominio e influencia, llegaba hasta mucho más al sur de Tetuán 6. Ceuta, era en realidad el único mercado importante en todo lo que se ha llamado “trapecio norteafricano" 7.
Al Ansari, cita a la aldea de Beliunes, como perteneciente a Ceuta. Más aún, indica que era allí en donde tenían su finca de recreo las familias mas importantes de la ciudad 8. Muy posiblemente, hasta el valle de Beliunes hacia el Oeste y hasta Castillejos hacia el Sur, una parte importante de las poblaciones rurales, acudirían todos los viernes a la ciudad, para cumplimentar la oración colectiva y comerciar sus productos en los mercados urbanos 9.
Ceuta, era un mercado mucho más amplio, puesto que con frecuencia y abundancia, se veían circular por ella a los camellos 10. Lo que nos muestra que la ciudad, era el destino de las caravanas saharianas, incluso en el siglo XV, cuando Ceuta, ya no era el puerto de embarque del oro transhariano 11.
La mezquita, era el centro de atracción que incluso creaba mercados junto a ella, demostrándonos además de su finalidad religiosa y política, una finalidad económica. En Ceuta, junto a la aljama, estaba la alcaicería 0 mercado de sedas y telas 12; junto a la Madrasa Nueva, estaba el mercado de la calle de los Notarios13 y junto a la mezquita de Zaklu, estaba el mercado de su nombre 14.
Para una mayor relación, una de las alcaicerías: “es la que está en la parte baja de la calle Jattab, colgada en el aire como si fuera una fortaleza o un castillo. Tiene tres pisos y una mezquita en su patio 15. . Es decir, una mezquita se encontraba en el interior de un mercado. Esta mezquita, era relativamente importante, pues en ella, se realizaban los juramentos en los juicios 16.
Esta sintonía de mezquita-mercado, era por tanto una constante, al igual que en otras ciudades de Al Andalus17.
Como indica H. Terrase, “el carácter islámico de la ciudad, se manifiesta hasta en su vida económica. El muhtasib que depende del qadi, no está solo encargado de asegurar la buena ejecución del culto y controlar la vida religiosa de la ciudad... es también el inspector, y a veces, el organizador de su vida económica... Casitodos los órganos de su vida económica, tiendas, alcaicerías y fondags, son bienes de manos muertas... Es la religión la que aparece en su vida económica como el factor de orden y continuidad 18.
Respecto a las mezquitas, se desconoce a que sectores de la población estaba destinada la obligatoriedad de la oración del viernes. Parece ser que aún aceptando la presencia de niños, solo era obligatorio a partir de los 16 años 19.
En la cuanto a la posible presencia de mujeres en las mezquitas. Parece ser, que aún estando prácticamente prohibido en otras zonas 20, en la aljama cordobesa “las obras de Hixan y Abderramán lI, preveían galerías para mujeres 21. En el caso de Ceuta, sabemos que al menos en última semana del ramadán, se reservaban dos galerías laterales para las mujeres.
En esta ciudad, al parecer, las mezquitas de los arrabales, tenían autorización para realizar la oración y la predicación del viernes. Tenemos la cita de que en el cementerio del Arrabal de Abajo, estaba “la tumba que se halla en el patio de la Mezquita de los Mercaderes de Paja, donde se celebra el culto del viernes 22. También nos cita la mezquita del “arrabal de Zaklu". Al asociarnos la mezquita con el arrabal, con el mercado y con el cementerio, nos inclina a pensar que alli se realizaba la predicación del viernes 23. Otra cita nos habla de Abu'Abd Allah Ibn Jamis al Ansarial Yaziri y nos dice que era “jatib de la Mezquita Mayor 24, Esto parece indicarnos, que existían otros “jatib” o predicadores de la oración del viernes, que no pertenecían a la Mezquita Mayor o Aljama.
1.- Vamos a utilizar este último capitulo a modo de conclusiones.
2.- Por ejemplo, tenemos la cila del sufi Abu Marwan 'Abd al Malik al Mahamisi que acude a Ceuta para celebraralli la fiesta de la natividad o del Nacimiento del Profeta. Al Badisi. “El Maqsad”. Trad. Colin. Archives Marocaines. vol.XXVI. Paris 1926.
3.- Abu--Haggag Yusuf Al Qasirvaa Ceula para pasarali tan solo el més de Ramadán Al Badisl. O.c.pag.93-95.
4.- Aboulfeda (siglo XIII), pone en boca del adí lyad, los siguientes versos: “Beliunes es un jardin, pero el camino que allí conduce atraviesa un desierto. Beliunes es como el jardín de la eternidad, para llegar allí, hace falta atravesar el puente”. Aboulfeda, Géographie. Trad. M.Reinaud. T.Il. Paris 1948.pag.169.
5.- Según AlWmari (siglo XIV), “los impuestos bajo el reinado del sultén Sa'id padre del sultán actual puso la taxa sobre los propietarios de ganado, camellos, vacas y corderos: En Fez 150.000 dinares; En Marrakech 150.000 dinares; En Ceuta 50.000 dinares; En Asfi 40.000 dinares; En Agmat 25.000 dinares; En Anfa 40.000 dinares; En Tánger 30.000 dinares”. Ibn Fad Allah Al Womari. Masalik el Absar fi mamalik el Amsar.[.I'Afrique moins V'Egiple Trad.Gaudefroy Demonbynes. Paris 1927. pag.171.
6.- Gozalbes Busto, Guillermo. “Tetuán en la Alta Edad Media”. Estudios sobre Marruecos en la Edad Media. Granada 1989.pags. 73-90.
7.- Gozalbes Busto, Guillermo. Al Mandari el granadino, fundador de Tetuán. Granada 1988 pags.21-25.
8.- Al en Ansari. Trad. Vallvé Bermejo, Joaquin. “Una descripción de Ceuta musulmana en el siglo XV". Al Andalus. XXIII. Madrid 1962. pag.438.
9.- Esto no debería ocurrir con toda la población, ya que Al Ansari nos cita en Beliunes, 19 mezquitas en una de las cuales, se celebraba la oración del viernes. Al Ansari. Trad. Vallvé Bermejo, J.O.c.pag.438.
10.- Las fuentes nos hablan de una rábita del “Barranco de la Camella. Al Badisi. O.c.pag.134. y también nos dicen que: “cuando un transeunte veia entrar por la puerta superior o recorrerlas retorcidas callejuelas a los camellos cargados de sacos de grano, se quedaba sorprendido y maravillado. Al Ansari.O.c.pag.425.
11.- Sobre el comercio ceuti a principios de siglo XV, véase nuestro trabajo:" Causas de la conquista portuguesa de Ceuta". En prensa.
12.- Al Ansari. O.c.pag.423.
13.- Al Ansari. O.c.pag.423.
14.- Al Ansari. O.c.pag.423.
15.- Al Ansari. Trad. Vallvé Bermejo, J.O.c.pag.424.
16.- Ibn Marzuk. El Musnad. Hechos memorables de Abu-HHassan, sultán de los benimerines. Trad. Viguera, M.J. Madrid 1977.pag.126.
17.- Este no era por ejemplo, el caso de Almeria.Cí.Cara Barrionuevo, Lorenzo. La Almeria Islámica y su Alcazaba. Almeria 1990.pag.51.
18.- Terrase, H. *Citadins et grandes nomades dans I'Histoire de lslam", Studia Islamica, XXIX. Paris 1969. pag.5-16.
19.- Los datos proceden de un texto mudejar tardio. Suma de los principales arrendeamientos y devendamientos de la ley y sunna. Memorial Histórico Español. V.Madrid 1835.pag.304.
20.- Lezine, A. Deuxvilles d'frigiya. Etudes d'archéologie, d'urbanisme, de démographie: Sousse, Tunis. París 1971.pag.21.n.3.
21.- AcienAlmansa, Manuel.'Madinatal-Zahara en el urbanismo musulmán". Cuademos de Madinat al-Zahara.n.1.Córdoba 1987. pag.19.
22.- Al Ansari Trad. Vallvé Bermejo, J.O.c.pag. 409-410.
23.- Al Ansari Trad. Vallvé Bermejo, J.O.c.pag. 409-410.
24.- Al Ansari Trad. Vallvé Bermejo, J.O.c.pag. 412.
25.- Segúnnosrelleja Epalza, M. "Estudio del texto de Al-Idrisi sobre Alicante™. Sharg Al Andalus.2.Alicante 1985.pag.222: "Cuando la ciudad es muy extensa y la distancia de los barrios a la mezquita Mayor, es muy grande, se permite que haya predicación en otra mezquila (es decir que haya mimbar), aunque la mezquita de las autoridades sea siempre única, la aljama”.
26.- Por ejemplo en la Almeria Islámica.C!. Cara Barrionuevo, L.O.c.pag. 38-39. No era este el caso de El Albaicin granadino, que formaba una unidad administrativa aparte. Cf Calero Palacios. Isabel. “Los Sidi Buna”. ShaAl rAndaqlus.n .A. Alicante 1987. pags. 41-42.
27.- La Aduana, la administración de comercio para la exportación de mercancias y la ceca. No hemos podido localizar “la administración de los albañiles, carpinteros y oficios similares. “Al Ansarl. Trad. Vallvé Bermejo, J.0.c.pag.428.
28.- Sobre la figura del cadí y sus funciones Cí.Tyan, Emile. Histoire de l'organisation judiciaire en pays d'lsiam. Vol | Paris 1938 Vol. II Lyon 1943. Más especificamente en Al-Andalus, Cf. Carmona Gonzales, Alfonso. “la figura del cadi en los textos jurídicos malikies”. Actas del Il Congreso Intemacional: Encuentro de las Tres Culluras. Toledo 1985. pags.85-96. Lagardére, Vicent. “La haule judicature á répoque almoravide en Al Andalus”. Al Oantara. VII. Madrid 1986. Pag. 135-228. Calero Secall, Maria Isabel. “El juez delegado de (na'ib) del cadí en el reino nazari de Granada”, Andalucia Islámica. IV-V. Granada 1986. pags.161-201. Y sobre lodo, en el caso concreto de Sevilla: Ibn Abdun. Trad.Levi Provengal. Séville musulmane au débout du Xil siécle. Le traité d'Ibn Abdun. Paris 1947
29.- Ibn Marzuk. El Musnad. Hechos memorables de Abu-I-Hassan, sultán de los benimerines. Trad. M.J. Viguera. Madrid 1977.pag.126.
30.- Martinez Almira, Magdalena. “Celebraciones familiares en Al-Andalus”. Sharq Al Andalus.5.Alicante 1988.pag.196.
31.- Arié, Rachel, L'Espagne musulmane au lemps des nasrides (1232-1492). Paris 1963. pag.365
32.- Véanse nuestros trabajos: El abastecimiento de agua en la Ceuta medieval". Boletín de la Asociación Española de Orientalistas..N.XVII.Madrid 1981. pags. 229-238.;“El agua en la Ceuta medieval: Obtención, almacenamiento y distribución”. /. Coloquio de Historia y medio Fisico. El agua en zonas áridas: arqueologia e historia. Almeria 1989. pags. 777-796; y “El agua en la Ceula medieval”. Transfretana. O.C
33.- Uso documentado por Al Bakri. Description de I'Afrique Septentrionale. Trad. Mac Guckin de Stane. Paris 1965. pag.202.
34.- C!. Torres Fontes, J. “La cautividad en la frontera granadina (1275-1285)". Cádiz en el siglo XIII. Cadiz 1983. pags. 90-01.
35.-Posac Mon, Carlos. Ultima década lusitana de Ceuta. Ceuta 1967. pag.107. Para Silva Morais. Diccionario da lingoa portuguesa. Lisboa 1813.pag.37, las mazmorras o"malamorras”, es: “cova de guardar trigo ou prender escravos usada dos mooros”". .
36.- Stelger, Arnald. “Función espiritual del Islam en la España Medieval". Revista del Instituto de Estudios Islámicos. VI. Madrid 1958.pag.49.
37.- Llonch Gurrea, Jose Antonio. “El origen y desarrollo de la arquitectura religiosa hispano-musulmana”. Historia y Cultura del Islam. Granada 1988. pag.131.
38.- Epalza, Mikel. "Estructura y funciones de los baños islámicos”. Baños drabes en el pais valenciano. Valencia 1989. pag 23.
39.- AlAnsari. Trad. Vallvé Bermejo, J.O.c.pag.422, nos dice con evidente exageración, que en cada casa habia un oratorio y un baño. Evidentemente, se refiere tan solo a las casas más importantes.
40.- Véase su siluación en el capilulo dedicado a las rábitas.
41.- Al Badisi.O.c.pag.40.
42.- Al Ansari. Trad. Vallvé Bermejo, J.0.c. pag.405.
43.- Gozalbes Cravioto, Carlos. “La conquista de Ceuta por los portugueses. según la Crónica de Gomez Eanes de Zurara". V. Centenario de la Conquista de Ceuta. Libro colectivo. O.C. pags. 194-195.
44.- Al Badisi.0.c.pag.145
45.-Al Ansarl. Trad.Vallvé Bermejo,J.0.c.pag.409-410.
46.- Al Badisi.O.c.pag.140
47.- Al Ansari. Trad. Vallvé Bermejo, J.O.c.pag.417.
48.- Gozalbes Cravioto, Carlos. “La medina o núcleo central urbano en la Ceuta hispano-musulmana. . El palacio de los gobernadores y las mezquitas". Cuadernos del Archivo Municipal de Ceuta.n.3.Ceula 1988.pags. 49-74.
49.- Para ampliar más detalles, véase el capitulo dedicado a las mezquitas.
50.- Al Makkari. Azbar al Riyyad. El Cairo 1939. T.I. pags.28.
51.- Como complejos internos, podemos nombrar: la sala de abluciones, la escuela, la sala de oracion, el palio y las bibliotecas. Podemos considerar complejos adosados los baños y como controlados directamente, los cementerios, los bienes waqí (que podian ser de muy diverso tipo, desde casa “alquiladas” a bibliotecas), la mayoría de los grandes aliibes y con ello, la distribución del agua y en general, la estructuración de toda la vida económica. Sobre los bienes waqf en las ciudades islámicas, véase Gardet, Louls. La cilé musulmane: vie sociale el politique. Paris 1976. pags.363-367.
52.- Véase al respecto. Ibn Abdoun.O.c.
53.- Torres Ballbás, Leopoldo. “Cementerios hispano-musulmanes”. Al Andalus. XXII. Madrid 1957. pags.131-191 y Obra dispersa.n.6.Madrid 1983.pags. 144-207.
54.- Cí. Ibn Abdoun. O.c.
55.- Véanse por ejemplo las descripciones de la Aljama, de la Madrasa Nueva y del baño Al Gaid en Al Ansari.
56.- Sobre la qubba como elemento arquitectónico, véase Pavón maldonado, Basillo. “En torno a la qubba real en la arquitectura hispano musulmana". Actas de las Jomadas de Cultura Arabe e Islámica (1978). Madrid 1981. pags. 247-262. En la qubba, el cubo, parece corresponder simbólicamente al mundo terrestre y la esfera al mundo celeste. Cf. Deffontaines. Géographie et réligion. Paris 1948.pag.79.
58.- Idries Shah. Les soufis el l'esolérisme. Paris 1972.pag.283.
59.- Dermenghem, Emile. Le culte de saints dans l'slam maghrebin. paris 1954. pag.7.
60.- Al Ansari. Trad. VallvéBermejo, .O.c. pag.410. Segúnla Iraducción de A.M. Turki, la tierra curaba las enfermedades, sin indicar que fuera exclusivamente a los animales. Cl. Abdel Magid Turki. “La physionomie monumentale de Ceula: un homnmage nostalgique á la ville par un de ses fils, Muhammad B. Al-Qasim Al-Ansari". Hesperis-Tamuda. XX-XXI. Rabat 1982-1983. Rabat. pag. 126.
61.- Al Ansari. Trad. Abdel Magid Turkl. O.c.pag.123. En la traducción de Vallvé Bermejo, parece que era el santo en su vida, el que era famoso por sus prodigios y visiones.
62.- Gomes Eanes de Zurara. Chronica da Tomada da Cepta…
63.- Al Ansarl. Ed.Ibn Tawit. Mayálla Talwan. 3-4 (1958-1959), pags. 77-78.
64.- Al Ansari. Trad. Vallvé Bermejo, J.O.c. pag.409.
Precisamente, son las zawiyas, las que en el siglo XII, aumentan enormemente en número y en poder, constituyéndose en focos de atracción y de poder, opuestos a la religiosidad ortodoxa, o cuando menos aislados del poder centralizado político y religioso.
La especial geografía ceutí, influyó enormemente en el número de zawiyas, lo mismo que las rábitas.
Respecto alas rábitas, Ceuta, al ser un lugar costero y de paso, era un sitio muy adecuado para que existieran varias. Algunas estaban hacia el continente, como la rábita Es Sid que se cita con función de necrópolis. Otras estaban en el monte Hacho o Almina, con una evidente función como atalayas. También se cita en Ceuta, una rábita con función de hospedaje a los viajeros, como ocurría con la rábita del Barranco de la Camella
Por tanto, las rábitas, cumplen funciones religiosas (centros de propagación de la doctrina, cementerios) y educativas (como centros de enseñanza religiosa), al mismo tiempo que militares (defensa, atalayas) y sociales (hospedaje). Como indica Epalza, "hay una organización religiosa que enseña al mismo tiempo la mística de la defensa patriótica del territorio musulmán y el cumplimiento de todos los demás preceptos islámicos. Pero en manera alguna pueden compararse los miembros de las rábitas con instituciones parecidas cristianas".
El estudio de las citas sobre rábitas y zawiyas ceuties, nos ha elevado al planteamiento de una hipótesis de diferenciación. Se consideraba rábita, cuando había una fundación directa de un asceta, ermita o santo, mientras que las zawiyas, eran una fundación posterior a su muerte, o al menos, realizada con bienes no propios del que allí se veneraba. Respecto a sus funciones posteriores, eran casi idénticas.
El estudio de otras rábitas y zawiyas de la época, en base a esta hipótesis, nos hará confirmarla o desecharla, aunque, en el caso de Ceuta, se cumpla esta norma.
Como hemos indicado reiteradamente, el urbanismo medieval ceuti, quedó muy marcado por su especial geografía. Las únicas direcciones de expansión posibles (Este y Oeste) debidas a su situación ístmica, le otorgó unas características especiales, como el número extraordinario de cementerios y musallat, actuando cada arrabal relativamente independiente, alrededor del conjunto arrabal-mezquita-Cementerio-musalla y encerrándose en sus propias murallas. También fue la causa de que los cementerios, quedasen prácticamente dentro de los arrabales e incluso al menos una rawda familiar (la de los hammudies), estuvo en el interior de la medina.
Su geografía istmica, también condicionó que el esquema urbano no fuera circular, sino lineal, quedando los cementerios como elementos separadores de la medina y los arrabales.
El cálculo demográfico en base a la extensión, nos da unos 30. 000 habitantes aproximadamente 66, que se alcanzarían sobre todo en el siglo XII| empezando a decaer en el siglo XIV. La cronología de las tumbas de los personajes citados por Al Ansari, nos lo indica y también cuando nos cita las bibliotecas.
El cálculo demográfico, corresponde también con la relación habitantes/superficie de la aljama, después de haber calculado dicha superficie en función del número de columnas y de la media de los espacios intercolumnares.
El concepto de barrio y de arrabal, es muy distinto, aunque en algunas ocasiones excepcionales, las fuentes medievales, usan estos términos indistintamente.
Normalmente, barrio era un grupo de casas en torno a una quebradiza y estrecha calle, sin continuidad y que con su estructura, permitía incluso el aislar estas casas con una puerta. De esta forma, serían por ejemplo, el barrio de los cristianos y el de los judíos de Ceuta. En algunos barrios, había en una esquina en la zona abierta a la calle principal exterior, una mezquita, lo mismo que una serie de servicios comunes, como un horno, tienda, baño público, etc67. De esta forma, algunos barrios grandes, eran prácticamente independientes. En ocasiones, esto no era así, pues los barrios, estaban “especializados”, en cuyo caso, lo constituían las tiendas o talleres.
65.- Epalza, M. “Constitucion de rábitas en la costa de Almeria; su función espiritual”. Homenaje al padre Tapia. Almeria en su Historia. Almeria 1988.pag.234
66.- Gozalbes Cravioto, Carlos. "La demografia de Ceuta en la Edad Media". //. Congreso Internacional El Estrecho de Gibrallar. Actas en prensa.
67.- Epalza, Mikel de. “Un modelo operativo de urbanismo musulmán”. Sharq Al Andalus. 2.Alicante 1985.pags. 137-150.
El arrabal comprendía un espacio más amplio, abarcando un gran número de barrios. En realidad, eran ampliaciones de la ciudad. Cuando el número de casas en el exterior de la medina, era bastante grande para su protección, se le rodeaba de una muralla que formaba los límites del arrabal.
También podemos ver, que Al Ansari, en ocasiones llama “medina” al centro urbano original, y otras, hace referencia con este término al conjunto del centro urbano y arrabales.
Al igual que en todas las ciudades hispano-musulmanas, hay una perduración de los espacios funcionales religiosos, lo cual, nos ha ayudado bastante en la localización de todos los elementos religiosos.
La localización del barrio comercial cristiano, nos lleva a su vez, a considerar una especie de especialización comercial del centro urbano o medina.
Efectivamente, al Oeste del barrio cristiano, en las murallas de la medina (hacia el monte Hacho), estaba la Aduana. Ello parece indicar que en determinados productos, su comercio estaría monopolizado por la Medina, estando obligados a pasar por la puerta de la Aduana, en donde el poder institucional, o bien compraba o bien cargaba los productos con una tasa. Estos productos, siguiendo una costumbre muy antigua, evidentemente, eran los más importantes y en el caso de Ceuta, por lo menos serían la seda y las especias. Esto nos parece indicar también el hecho de que la Qaysariyya dedicada a las telas de seda y el Suq Attarin dedicado a las especias, se situaban en el interior de la Medina.
De esta forma, los comerciantes extranjeros, tenían un acceso directo y libre a otros mercados y zocos, entre ellos, el Kabir (Grande), muy cercano a su barrio, pero no podían adquirir estos productos, ni presumiblemente, tampoco podían vender otros determinados, reservados a la medina.
Nos encontramos con una ciudad, que a pesar de estar estructurada como todas las ciudades hispano-musulmanas, sin obedecer a un plano ni a una disposición previa, llega a una profunda organización de sus áreas, principalmente en torno a su vida religiosa y cultural.
Su distribución espacial, nos muestra una gran organización social, determinando la especialización y diversificación del trabajo, de las áreas urbanas y de obtención de recursos. En este espacio, la aristocracia cultural y religiosa, era sin lugar a dudas, un grupo privilegiado, con un nivel de vida muy superior al de la inmensa mayoría de la población.
Por todo ello, Ceuta, puede considerarse, como una de las principales ciudades, en las que el estudio de su urbanismo medieval, contribuye de una forma importante, al conocimiento de las ciudades hispano-musulmanas.
Se ha dicho muy a menudo que el Estrecho de Gibraltar, es más bien un puente que una barrera. Para puntualizar más aún esta frase, creemos que coexisten tanto el puente como la barrera. Hay un estrecho marítimo donde el paso se filtra como si fuese un puente, pero también, al menos a partir de la Baja Edad Media, hay una barrera terrestre en el Sur de Ceuta.
Ceuta, se convierte en una de las ciudades más esplendorosas del mundo musulmán, a pesar de estar en el Norte de África, una zona en la que aún no se había desarrollado el urbanismo.
Muy posiblemente, estaría permitido la predicación en otras mezquitas, para evitar la aglomeración en la Aljama, así como que los habitantes de los arrabales tan alejados de la medina, como el de Zaklu, el de Abajo y el de la Almina, tuvieran que alejarse mucho de su residencia 25. Precisamente, en el barrio de la Almina, existía una plaza, una alhóndiga y una mezquita, con el nombre de Al Jatab (El Predicador). Es muy posible que en ella, se realizara la predicación del viernes.
Siendo los arrabales independientes desde el punto de vista religioso, seria muy interesante, poder descubrir hasta que niveles lo eran, pero ello no es posible con los datos que disponemos. En otras ciudades islámicas, está clara la dependencia política y administrativa 26 y también lo podríamos suponer de Ceuta, puesto que de las cuatro administraciones o contadurias que nos cita Al Ansari, las tres que hemos podido localizar 27, estaban en la medina. No obstante, seria interesante investigaren el caso de Ceuta, silos ayudantes auxiliares del qadi, se asignaban a distintos arrabales, lo cual, nos señalaría un cierto grado de autonomía administrativa 28
Otra función esencial de la mezquita, era la de la enseñanza, que ya hemos desarrollado en otro capitulo.
Las mezquitas ceutíes, eran utilizadas también para otros menesteres, hasta cierto punto alejados de la religión, como pudieron ser los juicios, los interrogatorios y los juramentos solemnes. Esto nos lo confirma Ibn Marzuk, al decirnos: “Ordenó entonces concurrir a todos y que vinieran de Fez a Ceuta, pues nosotros entonces estábamos allí. Cuando llegaron me mandó a mi, al alfaqui Abu-Abd Allah al-Sattiya Ibn Yarbu, que interrogáramos a los dos testigos, uno de ellos llamado Al Aqqari y otro el alfaqui. Fuimos a la aljama y, cuando llegaron, yo interrogué a Al-Aqqgari...'29), El juicio terminó, con el juramento del encausado en la mezquita de Al Jattabin.
Se utilizaban las mezquitas para la confirmación del contrato matrimonial o “agd al nikah", ceremonia presidida por el mumlik y que culminaba con la pronunciación de la “fatiha” o asentamiento del contrato 30.
También servían para que los muecines hicieran la llamada a las oraciones por los difuntos 31.
La administración de tipo religioso, seria también la que, como bienes habices, hiciera la distribución del agua, tanto la no potable, extraída del mar por medio de norias 32 y que se utilizaba en los baños 33 y en algunas industrias, como una parte del agua potable, que se almacenaba en algunos aljibes. Aljibes, que además de el agua de lluvia o el que se traía de otros lugares (véanse nuestros trabajos citados anteriormente), se utilizaron como cárcel en algunos momentos. Tenemos por ejemplo, la cita de que en el siglo XIV, un almocaden cristiano capturado, fue encerrado junto con sus compañeros en un gran aljibe 34.
También se cita con posterioridad (en época cristiana), una cárcel llamada “del Aljibe 35.
No cabe duda, de que el poder político y religioso, utilizaría el agua, para aumentar su prestigio y afianzar sus relaciones de dominio sobre la población.
En realidad, los alfaquies, que no eran tan solo los juristas, sino los poseedores de la cultura y del poder religioso, constituían una clase privilegiada y dominante, favoreciéndose de la especial estructura de las ciudades de Al Andalus 36.
Los baños públicos, también estarían en su mayor parte, en manos de los bienes habices de las mezquitas. Los baños, cumplían varias funciones algo diversificadas, de las que trataremos a continuación.
En el Islam, la oración, debe hacerse en estado de pureza, “que se alcanza por una purificación (tahara). Esto se consigue por ablución menor (wudu) o mayor (gusi), incluso cuando no hay agua, se debe realizar tocando con la palma de la manos arena o tierra limpia 37. La purificación menor, era necesaria tras la evacuación o tocar objetos considerados como sucios. La mayor, debía realizarse tras la consumación del acto sexual. Por esta razón, muchos baños estaban junto a las mezquitas, ya que las salas de abluciones del interior de las mezquitas, solo servían para la purificación menor.
También tenían los baños ( y las salas de abluciones ) una función social, ya que en ellos se hablaba de negocios, política, etc. “Finalmente, el hamman, es también un mundo mítico de la sexualidad; como lugar de purificación es el final del acto sexual y el principio de la oración. Entra dentro de un ciclo islámico de sexualidad espiritualizada 39.
Pero la función de la purificación mayor, no solo se realizaba en los baños públicos y en los baños privados 39. En el caso de Ceuta, tenemos una curiosa cita sobre un santo del siglo XIV, Abu-I-QGasim Abd er-Rahaman Ibn Sabban, que nos transmite Al Badisi: “Estábamos con él, un día en la Rábita es Said40 así como un número de gente. Nos dijo: -se me acaba de ocurrir esta idea de que nademos en el mar todos juntos; - ¡Escucha y obediencia! le dijeron entonces los asistentes y habiendo descendido al mar, nadamos. Cuando hubimos salido del mar, el maestro, avanzando en secreto hacia un hombre, le dijo: -Tú haces el amor lícitamente con tu esposa y el lavado ritual, te es penoso, a pesar de que entras en oración mientras estás impuro. No vuelvas a hacerlo más, pues es solo por tu causa, por la que yo he querido que se nadara en el mar-” 41.
Esto evidencia la función del agua del mar como purificadora, lo cual se complementa con la cita de Al Bakri, que nos dice que el agua de los baños de Ceuta, se extraía del mar.
Las mezquitas, también organizaban unos espacios urbanos dedicados a los distintos tipos de artesanía. Es decir, se organizaban a modo de “gremios”, barrios de oficios artesanos, cuyo centro político, religioso y económico, serían las distintas mezquitas.
De las 15 mezquitas cuyo nombre nos han transmitido, 6 de entre ellas, pertenecían a gremios (un 46 %), representados los siguientes:
Mezquita Halfawiyyin o de los esparteros 42. Estaba situada en el Arrabal de Abajo, junto a la puerta del mismo nombre. Esta puerta ponía en comunicación la Almina con el Arrabal de Abajo y fue por donde penetraron las tropas portuguesas en la conquista de 1415 43.
Mezquita Qarragint 44 o de los Zapateros. Desconocemos su situación.
Mezquita Tabbanin o de los Mercaderes de Paja 45. No tenemos ningún dato que nos facilite su identificación. Existe la posibilidad de que esta mezquita Tabbanin o de los mercaderes de Paja, se pueda identificar con la de Halfawiyyin o de los esparteros.
Mezquita Kattaniyyin 46 o de los Mercaderes de Tela o de Lino. Como vimos anteriormente, pensamos que se situaba muy cerca de la mezquita aljama.
Mezquita Al Qufal o de los Cerrajeros 47. No tenemos ningún dato que nos acerque a su localización.
Mezquita Al Ulul o de los Notarios. Al Ansari, nos confirma la existencia de una calle de los Notarios, perpendicular a la calle Ibn Isa y que se dirigía en dirección Norte-Sur o viceversa. Creemos que la ermita de Nuestra Señora de Africa, que se sitúa en lo que fue dicha calle, corresponde con una mezquita 48, muy posiblemente denominada de Los Notarios, ya que estaba en dicha calle 49.
Distinto es el caso de la mezquita de Al Jattabin o de Los Predicadores. Como hemos indicado antes, es muy probable que en ella se realizara la oración del viernes, pero aunque todos los arrabales tuvieran predicadores, no pasarían de media docena y cada uno, tendría una mezquita distinta en donde ejercer su oficio. No podemos considerarla como una mezquita de “gremio”. El origen del nombre, quizás estuvo en que seria la primera mezquita de arrabal, en la que se hizo predicación.
También existieron algunas mezquitas con función castrense. Entre ellas, podemos citar, la construida por los antepasados del qadi lyad en el fuerte de la Al Manara 50 (utilizada por los vigías del fuerte )y las que debieron existir en el interior de la Alcazaba y del Afrag.
Por tanto, la mezquita y sus complejos internos, adosados o, al menos controlados 51, además de tener un papel religioso y cultural (como centro educativo), tenia también funciones comerciales, económicas, políticas y de organización social. En general, podemos decir, que la vida de la ciudad, está completamente vertebrada y dominada por las mezquitas.
Los cementerios, como “ciudad de los muertos", tenían una función eminentemente higiénica, pero tampoco era única.
Pensamos que los cadíes ceutíes, tuvieron que vigilar intensamente las necrópolis, para contrarrestar las circunstancias adversas de la geografía urbanística ceutí. La expansión de la ciudad, solo posible en dos direcciones, Este y Oeste, tuvo que limitarse por la existencia de los cementerios. Los arrabales crecían, dejando en medio los cementerios y distanciándolos de la medina. El control de los almocádenes, para evitar que se construyeran casas sobre las tumbas, debió ser constante y no exento de problemas 52.
Los cementerios, además de ejercer una acción limitadora del espacio “urbanizable", ejercían también una función social importante. Sabemos que en ellos, era en donde la mujer musulmana, se movía algo más libremente, ya que le estaba permitido acudir a ellos para hacer sus oraciones a sus familiares difuntos. Esta circunstancia, era aprovechada por los “donjuanes” de la época 53.
Independientemente de los acuerdos de familia, era en los cementerios, donde (en muy pocas ocasiones), se conocían los futuros esposos, sobre todo en el caso de las viudas.
En algunos casos, esta pequeña liberización, hacia que los cementerios, se convirtieran en auténticas “casas de citas”, lo que obligaba a una estrecha vigilancia por parte de los almocádenes.
Todo este mundo social que era atraído al cementerio, bien para visitar a sus familiares difuntos, o para establecer contactos carnales, captaba a su vez, a una serie de comerciantes de menudencias, que (a pesar de estar prohibido), colocaban su tenderete en la necrépolis. Ello hacia confluir a un personal muy heterogéneo en sus finalidades y motivaciones. Todo esto, se facilitaba por el hecho de que en el Islam, no es prohibitivo utilizar las tumbas como suelo de acceso, es decir, se pueden pisar.
De estas funciones de relaciones sociales y económicas, no tenemos ningún dato concreto respecto a los cementerios ceutíes, pero suponemos que ocurriría lo mismo que en otras ciudades de Al Andalus, no menos importantes, como fue Sevilla 54.
Es evidente la función estético-artística de las mezquitas, madrasas y baños 55, pero creemos que los cementerios, también tienen una función estética.
Esta función, se aprecia en las magnificas “qubbas” 56, algunas de ellas señaladas en la descripción de Al Ansari o en las lápidas sepulcrales halladas en el subsuelo ceutí, pero también en las tumbas populares. No cabe duda de que su alineamiento (mucho más estricto en esta época que en las actuales necrópolis islámicas), provoca una sensación de espiritualidad y de recogimiento 57.
57.- Debido a su interés, transcribimos la descripción hecha por Luis Soto, de una tumba musulmana: “La sepultura de forma rectangular (salvo innovaciones muy particulares) está excavada en tierra, y en casos especiales por canteros en piedra, buscando su parte lateral derecha el nacimiento del Sol, dirección santa de la Meca.
Se compone de dos receptáculos, cuyas medidas se lomaban con una caña o vara; …Como consecuencia de la anchura de la primera caja y la estrechez de la segunda aparece un escalón o borde que rodea el interior de la tumba, el cual sirve para acoplar la lápida fraccionada o entera, quedando aislada y libre de tierra el receptáculo inferior...
Reposando el cadáver en la postura referida en su última morada, se colocaba sobre el citado borde una de las tres lápidas arcaicas que utilizaban...
A continuación la caja superior se cubria de tierra hasta los bordes, sirviéndole de base las lápidas referidas; sobre la tierra, piedras formando túmulo, las más grandes en la cabecera". Luis Soto Aranaz Jimenez. Ritos de enterramiento arcaico y sus orígenes en el occidente euro-africano.1989. Papeles mecanografiados, sin publicar.
La situación privilegiada de los cementerios (en medio de la ciudad) y el poder circular por medio y encima de las tumbas, posibilitaba el que los cementerios tuvieran otras funciones. En Ceuta el cementerio de la Musalla o Saria (oratorio al aire libre), estaba junto al oratorio y normalmente, también se utilizaría el suelo de la necrópolis para la oración.
Desconocemos si existían en Ceuta cementerios dedicados a grupos étnicos determinados, si bien existían cementerios de familias (husaynies, hammudies) y un cementerio judío.
Los milagros, también tuvieron su espacio urbano.
El milagro, tiene en el mundo islámico ortodoxo, una acepción diferente de la del mundo cristiano. Los sufies (místicos), indican que deben tener una acción diversa. No tienen que ser hechos sin necesidad, ni ser diagnosticados o definidos. No se puede separar la naturaleza de un milagro de su efecto en el ser humano58. Pero frente a esta teoría mística, surge la popularización del milagro, sobre todo, a través de los santos, que caen a veces en “concepciones incluso groseramente simbólicas, mitos pintorescos, leyendas pueriles y ritos casi mágicos"59.
Lugar de milagros, eran evidentemente los cementerios, a donde iban los devotos a hacer la du'á o las peticiones. Al Ansari, nos da un gran número de tumbas de las que “salía la luz (o el fuego)”, es decir, daba entendimiento y la solución de su problema al orante. Otras tumbas, se nos citan como lugar de peregrinaciones famosos (véase el capitulo de los cementerios), e incluso, en un caso, la tierra que rodeaba una tumba, tenia el poder de sanar animales enfermos 60. Otra tumba, era famosa por los prodigios y las visiones mística 61.
Respecto a las reliquias, tenemos dos citas concretas. Según nos cuenta Zurara, en la conquista de Ceuta: “Mais outro cuydado era o dos mouros vihos e de todo aquelles, que sabiam a declaragam daquelles synaes que ja dissemos, e húus amdava escomdemdo seus averes, outros estavan descallgos em suas mezquitas, com os corpos temdidos amte as reliquias de seus profetas, pedimdo mercee aas divinaaes virtudes, que quizessem trazer aquelle feyto a tall fim, que a sua cidade nom ficasse quebrantada amte a yra daquelle rrey" 62.
Otra cita sobre la existencia de reliquias, nos la transmite Al Ansari (solo en la edición del manuscrito de Ibn Tawit), que nos indica que Abu-I-Abbas al-Daggaq, al morir, "la gente se aglomeró durante su entierro y cortaron trozos de la sábana en la que iba envuelto, guardándolos como reliquias. Dios nos favorezca por medio de sus santos".
Las madrasas, además de su función propiamente educativa y religiosa, tenian otras funciones, como las de servir de hospedaje a los estudiantes. En Ceuta, el “patronazgo" sobre los estudiantes llega hasta tener anexo a la madrasa, un espacio dedicado a enterrar a los estudiantes(64). Con esto, contribuían a lo que hoy llamamos como igualdad de oportunidades. También tenían una función de control de la enseñanza superior, en contraposición a la proliferación de zawiyas.

