Más que cerámicas: Restos arquitectónicos medievales islámicos en Ceuta
Capítulo 5
Afrag
La última de las intervenciones a que haremos mención es la realizada en las fortificaciones ceutíes de Afrag o al-Mansura que ha permitido conocer con mayor detalle su evolución y trazado original como a continuación veremos (Villada, Gurriarán, 2013).
Este recinto se encuentra situado al oeste del Arrabal de Afuera, entre los arroyos de Fez y del Puente, sobre unas lomas que divisan toda la ciudad, lo suficientemente alejado de Ceuta para garantizar su seguridad pero también lo suficientemente próximo como para abortar cualquier conato de rebelión. El lugar, mandado construir por el sultán mariní Abu Said en 1328, se denominó al-Mansura o Afrag, palabra bereber que designa al campamento real. En gran medida su programa constructivo es semejante al de otras ciudades mariníes de construcción regia (Fas al-Yadid, Tremecén o la al-Binya algecireña).
Vemos por tanto que su construcción no es un fenómeno aislado sino que se enmarca en un fenómeno global de fundaciones mariníes que buscan por una parte legitimar su dinastía y, por otra, demostrar su capacidad organizativa y económica.
La información principal sobre el Afrag aparece recogida por dos autores contemporáneos, Ibn Marzuq y al-Ansari. Esta ciudad palaciega poseía todos los servicios necesarios para su funcionamiento. Forma el Afrag un recinto circundado por una muralla reforzada con torres rectangulares salientes y huecas de hasta 16 metros de altura, situadas entre sí a una distancia de treinta metros. Su perímetro era de dos kilómetros aproximadamente. Tenía tres puertas de las que conocemos el nombre de dos: Bab Fas y Bab Suffah. Para su construcción se empleó el tapial dispuesto en tapias de alrededor de 80 centímetros de altura. En la Puerta de Fez, única conservada, se empleó ladrillo y mampostería. Esta puerta se encuentra flanqueada por dos torres. El arco de la puerta es de herradura apuntada con angrelado y cadeneta en el alfiz.
En el interior del Afrag, además del alcázar real, había numerosas construcciones como baños, mezquitas, alhóndigas, viviendas, etc. Poseía también un jardín desde donde se divisaba el mar y, en una explanada, un campo de tiro de cuatrocientos pasos.
El sultán Abu-l-Hassan hizo construir contigua al alcázar una mezquita mayor que, en palabras de Ibn Marzuq, poseía un magnífico alminar y tenía su residencia privada en una de las torres del alcázar. En su Sala de Justicia se dirimían pleitos y conflictos de distinta naturaleza y se designaban los altos cargos de la corte.
En sus inmediaciones se ubicaban varios espacios. Fuera de Bab Fas, dos campos de tiro de mil y mil doscientos pasos y la zawiya al-Kubra, para alojar forasteros, comerciantes y otras personas que se vieran obligadas a pasar la noche fuera de la ciudad. Al sur del recinto debía de situarse la musalla al-Mulukiyya, en lo alto del Hafat al-Gaddar, reservada a los emires, soldados y otros habitantes del Afrag (fig. 11).
Fig. 11. Recreación del Afrag visto desde occidente realizado por C. Navio.
Destruido parcialmente por los portugueses en el siglo XVI, el recinto, tras su abandono, ha sufrido un gran deterioro tanto por el paso del tiempo como por diversas agresiones antrópicas (lám. 22).
Lám. 22. Afrag. Viviendas adosadas.
El monumento, conocido principalmente por los textos coetáneos y por la cartografía posterior, había sido objeto de una muy escasa atención desde el punto de vista arqueológico. Esta situación ha cambiado notablemente en los últimos años.
En primer lugar, cabe destacar la identificación de varios tramos en sus sectores este y sur, desconocidos hasta el momento, que tienen la importancia de contribuir al conocimiento de su ubicación precisa.
En segundo lugar, debemos mencionar las intervenciones arqueológicas desarrolladas en la puerta de Fez, la única conservada, que ha permitido restituir su proceso constructivo (Villada, Suárez, 2013).
Hasta la realización de las excavaciones de 2007-08, el estudio más completo sobre esta puerta había sido el realizado por Pavón Maldonado en 1970. Basándose en el estudio de los elementos emergentes indica que “reproduce con bastante fidelidad las puertas de ingreso directo almohades, las que continuaron haciéndose en la Alhambra […]. Como en las puertas almohades, la planta de Bāb Fās dibuja el típico escalón de los tres planos que integran el alzado, cuyo aliz, una cadeneta de ladrillo, se continúa, según costumbre nazarí, por el angrelado del arco apuntado de entrada. Cubierta con bovedillas de aristas enlazadas […], la habitación superior de Bāb Fās se acusaría al exterior por medio de una ventana (Puerta del Vino de la Alhambra), en cuyo caso tendríamos un ejemplo de puerta defensiva con ventana al exterior”.
El arcaísmo que representaba una puerta de ingreso directo tras la complejidad alcanzada en época almohade no dejó de extrañar a Pavón, “las puertas de ingresos directos son poco frecuentes en las fortalezas medievales de la Península y del Norte de África”, aunque aporta diversos ejemplos significativos.
En cualquier caso, esta solución no dejaba de ser un tanto desconcertante y así indica que “lo más probable es que alguna de las puertas desaparecida tuviera ingreso en recodo”.
En 2007 la Ciudad Autónoma de Ceuta decidió acometer una actuación de limpieza, consolidación y urbanización del entorno de la puerta de Fez que fue dirigida por el arquitecto Arnáiz Seco. Como apoyo a la misma fue llevada a cabo una intervención arqueológica que consistió en la excavación y estudio de dicha puerta, un lugar donde hasta ese momento no había sido realizado ningún estudio arqueológico. Se pretendía con ello la documentación de posibles vestigios asociados a la construcción del Afrag o a su posible utilización (lám. 23).
Lám. 23. Puerta de Fez. Vista general de la excavación.
Los resultados obtenidos fueron positivos y cuestionaron la interpretación realizada hasta el momento sobre la configuración de esta puerta lo que hizo necesario ampliar el área de excavación a in de obtener su planta completa y ijar con mayor detalle sus diferentes momentos constructivos.
En 2008 realizamos una segunda fase de la excavación que permitió restituir la primitiva planta de este ingreso y plantear una hipótesis de la secuencia constructiva.
En su descripción de Ceuta, al Ansari indica que el Afrag tenía tres puertas, siendo la de Bab Fas la de mayores dimensiones. Indica más adelante que fue construida por el sultán Abu–l-Hasan `Ali siguiendo el modelo y la forma de Bab al-Sabu en Fez al-Yadid.
El terreno al exterior de la puerta había sido previamente rebajado descalzando los muros y dejando a la vista las cimentaciones, por lo que la excavación se centró en el umbral e interior de la puerta.
Tras retirar acumulaciones de tierras depositadas recientemente, fueron descubiertas diversas estructuras, unas de hormigones de cal (lám. 24) y otras de ladrillos, que formaban un espacio cuadrangular, al que se abrían varias salas anexas, configurando un ingreso en codo simple cuyo vano interior, abierto hacia el sur, se conservaba con un alzado de apenas un metro. Sobre él se habían des plomado las cubiertas cegando la salida (lám. 25).
Lám. 24. Detalle de la primitiva estructura de tapia en primer plano.
Lám. 25. Detalle de la bóveda del acceso desplomada.
Esta puerta sufrió diversas remodelaciones cuya interpretación se hacía complicada al haber sido estas estructuras parcialmente destruidas por una fosa contemporánea.
Al norte, unas construcciones de escasa entidad mal conservadas parecían configurar los restos de una vivienda (patio y cocina) a la que se accedía desde la puerta a través de un vano abierto en el cerramiento exterior de la misma. Claramente se trataba de una reutilización de este espacio en un momento en que la puerta ya había perdido su función defensiva (lám. 26).
Lám. 26. Puerta de Fez. Viviendas adosadas.
Los materiales muebles recuperados, escasos y en mal estado de conservación, eran coherentes con la datación de la puerta (siglo XIV). Destaca entre ellos la recuperación de un fragmento de estela funeraria en posición secundaria que indica la existencia de una maqbara (cementerio islámico) en sus cercanías.
Los resultados obtenidos en la excavación de la puerta de Fez permiten plantear una hipótesis de su evolución.
En un primer momento, el ingreso se haría a un espacio de planta rectangular formado por muros de hormigones de cal, al que se abrían estancias rectangulares que han sido interpretadas como posibles cuerpos de guardia pudiendo ser uno de ellos utilizado para instalar un acceso a la cubierta de la puerta y al camino de ronda de la muralla.
Esta estructura pronto debió sufrir problemas de estabilidad que hicieron necesario reforzar su esquina noroeste con la construcción de un muro de mampostería (lám. 27).
Lám. 27. Puerta de Fez. Refuerzo con mampuesto en la esquina de la estructura.
Pero la solución no debió de ser satisfactoria pues relativamente pronto, así lo indica la datación de las cerámicas recuperadas, fue reconstruida en buena medida. Las dimensiones del ingreso fueron disminuidas hasta formar una planta práctica mente cuadrada, construyéndose en este momento dos portadas semejantes, con ladrillo y mampostería, de las cuales sólo conservamos una. Un examen minucioso de la portada que se conserva permite apreciar las líneas de corte entre la nueva puerta y el tapial precedente. Quizás esto explique la aparente contradicción entre Ibn Marzuq, que fecha la construcción del Afrag durante el reinado de Abu Said, y al-Ansari, que atribuye al sultán Abu-l-Hasan Ali su construcción (lám 28).
Lám. 28. Interior y exterior de la puerta de Fez.
Fig. 12. Restitución de las principales fases constructivas de la puerta de Fez.
Perdida su función defensiva, los lienzos de la muralla fueron utilizados para apoyar sobre ellos diversas viviendas. La situada al norte del complejo de la puerta se comunicó con el interior de la misma abriendo un vano.
En resumen, la datación de estas reformas es difícil de establecer. El primer momento de la puerta puede fecharse hipotéticamente en el de la construcción del Afrag, es decir, correspondería con las obras ordenadas por el sultán Abu Said. La estabilidad del conjunto se vio comprometida pronto por lo que fue necesario reforzarlo. Desconocemos como serían las portadas en esa primera fase pues no se han conservado, aunque no debieron diferir quizás demasiado de las actuales.
Quizás debido a problemas estructurales o a otros que se desconocen, esta puerta fue demolida, redimensionada y rehecha, manteniendo su ingreso acodado e instalando la portada hoy conservada. Es posible que esta completa remodelación sea debida al sultán Abu–l-Hassan `Ali pues algunas fuentes escritas atribuyen a él su autoría. Las construcciones de viviendas adosadas a la muralla y que incluso perforan la puerta deben corresponder a las ocupaciones de este espacio relejadas en la cartografía del siglo XVIII en que se aprecia la construcción de un caserío en diferentes puntos del interior del Afrag.

