Cap. 1
Cap. 2
Fuentes y bibliografías
Cap. 3
Cap. 4
Epílogos
Cap. 5
Anexos

Epílogo

El desarrollo urbano de una ciudad no es sólo un proceso de orden interno.

Es también el resultado de la convergencia de redes de conocimiento de muy diversa índole y procedencia que actúan en un contexto social, económico, político y cultural determinado. Y la manera en que se materializan está vinculada al modo en que los profesionales asumen como propias las diferentes formas de construir una ciudad y las ideas y los conceptos que subyacen en ellas.

Ceuta es una ciudad que alrededor de 1930 pivotaba entre la España peninsular, donde se formaban los urbanistas que trabajaron en ella, y el Protectorado español, influido de forma notable por las experiencias que los franceses estaban aplicando en las ciudades marroquíes de su jurisdicción. De hecho, las imágenes de inspiración romántica e influencia neoárabe transmitidas por la literatura, la fotografía ―del que son magníficos ejemplos los trabajos de Bartolomé Ros, Calatayud y Ángel Rubio―, o la pintura ―como fue el caso de la valiosa obra del pintor granadino establecido en Tetuán Mariano Bertucci, tan identificado por otra parte con Ceuta―, y los vientos de modernidad transmitidos por la difusión del estilo internacional, confluyeron de forma singular en Ceuta, situada en un territorio de frontera y abierta, por tanto, a múltiples influencias.

La transitoriedad de los responsables civiles y/o militares con competencias en el urbanismo de la ciudad y el choque con la realidad de los diferentes planes urbanísticos propuestos supuso la anulación, mutilación o desvirtuación de las propuestas más avanzadas; también la sedimentación de una parte de las ideas que han forjado una intensa historia urbana donde se sucedieron aciertos y errores.

El estallido de la guerra civil española supuso un debilitamiento de las tendencias y posiciones ideológicas más avanzadas de los profesionales de la arquitectura y el urbanismo y definió un antes y un después en la historia urbana de la ciudad.

Además, se atenuaron las conexiones culturales de la arquitectura y el urbanismo españoles con el exterior. Este debilitamiento, y en algunos casos interrupción, se debió también a la incapacidad de impulsar una sólida y duradera red entre los distintos profesionales involucrados en el urbanismo.

La importancia de la labor del GATEPAC ―presente en Ceuta a través del trabajo de Fernando García Mercadal― es indiscutible en la historia de la arquitectura y del urbanismo en España, a pesar de que en los años posteriores a la guerra civil se produjese hacia el grupo un absoluto rechazo oficial. Hoy, sin embargo, es valorada como una notable contribución al pensamiento arquitectónico contemporáneo, sin la cual no se podrían explicar muchos aspectos de la reacción que vino después.

Sin embargo, no siempre fue así. Durante años se produjo un rechazo a las ideas y a las aportaciones que procediesen del ámbito de los CIAM, pero también de las nuevas experiencias académicas foráneas, lo que sumió al urbanismo español—al menos durante la década de los años cuarenta— en un aislamiento que paralizó los tanteos y los avances realizados hasta la guerra civil.

Este trabajo ha analizado las propuestas urbanísticas que se formularon en Ceuta desde 1920 hasta la década de 1940, donde las peculiaridades de la política local, la presencia de técnicos municipales con alta capacidad de gestión, de competentes miembros en los jurados de los concurso públicos y de planificadores urbanos bien informados venidos de fuera, como Luis Blanco Soler, Rafael Bergamín, Fernando García Mercadal, César Cort (con Pedro Bidagor), Gaspar Blein y Pedro Muguruza, entre otros, definieron las bases sobre la que la ciudad trató de desarrollar su política urbana. Esto permitió que Ceuta estuviera a niveles sólo comparables con los de ciudades como Madrid, Barcelona y Bilbao. Sin embargo, la rica experiencia desarrollada fue también un atractivo ejemplo para analizar cómo las nuevas ideas chocaron con la tozuda realidad en la que se intentaron implementar.

Cap. 1
Cap. 2
Fuentes y bibliografías
Cap. 3
Cap. 4
Epílogos
Cap. 5
Anexos