Las Fortificaciones Neomedievales
del Campo Exterior de Ceuta
por Carlos Pérez Marín (publicado en el II Congreso de fortificaciones modernas y contemporáneas, Cartagena 1999 y ampliado para esta web)
Breve historia de Ceuta
Ceuta es una pequeña península que se adentra en el mar a caballo entre el Mediterráneo y el Atlántico. Su posición estratégica en un punto de encuentro de mares (los ya citados) y de tierras (Europa y Africa) la convierten también en un encuentro de culturas. La topografía ha facilitado magníficos fondeaderos para los barcos a lo largo de la historia, propiciando asentamientos fenicios, romanos (las fábricas de salazones supusieron una fuente de riqueza), vándalos, visigodos y bizantinos ( son los primeros en establecer un sistema defensivo para protegerse de los visigodos).
Cuando Ceuta se integra en el mundo islámico (año 709). Eliminada la producción de salazones , la ciudad se convierte en una fuerte plaza amurallada en lo que hoy sería el istmo, convirtiéndose a lo largo de los años en la Medina.
En 1415 los portugueses desembarcan en la ciudad por el Monte Hacho y la toman, llevando a cabo una profunda reestructuración como consecuencia de la necesidad de fortificar el territorio conquistado. La ciudad queda dividida en tres distritos, el Hacho, la Almina y el terreno entre fosos donde quedará recluida la población ante los incesantes ataques que sufren.
Ante el cerco impuesto por Mulay Ismail en 1694 se desarrollan las obras del frente de tierra que se desarrollaron hasta la finalización del asedio en 1729, ya bajo bandera española.
A principio del siglo XIX, se realizan numerosas obras en el perímetro del Monte Hacho y de la Almina para potenciar las defensas, hasta la guerra de Africa de 1859, tras la cual quedará delimitada definitivamente la frontera de Ceuta.
La guerra de África 1859-1860
En el año 1844 se redactan varios informes por parte del Cuerpo de Ingenieros, Comandancia Exenta de Ceuta.
Informe para ampliar el Terreno de Ceuta (firmado por Vicente Herreras, 9 de septiembre de 1844):
Informe 1. “es necesario construir torres circulares o fortificaciones permanentes en el campo exterior”.
Informe 2. “Construir unas fortificaciones en las seis colinas que distan entre 600 y 800 varas de los Angulos salientes del camino cubierto, desde el Salto de la Zorra hasta la Torre del Vicario”.
En 1855, Rafael Cerero y Sanz, presenta un nuevo informe en el que vuelve a hacer referencia a lo provechoso que sería ampliar el territorio de Ceuta, construyendo fortificaciones para defender el nuevo territorio, se redactan los proyectos de varias torres circulares, se estudia la topografía y se advierte de la necesidad de talar los bosques para una mejor visibilidad, esa madera podría ser de gran utilidad como material de construcción y como carbón para los hornos de pan que puedan abastecer al contingente hasta allí desplazado.
Diario del atlas histórico de la guerra de África (extracto).
Agosto. La construcción de una casa-fuerte de mampostería, que se creyó preciso levantar a 100m de la plaza de Ceuta para que sirviera de cuerpo de guardia a la fuerza encargada de vigilar a los presidiarios, sirvió de pretexto a los moros fronterizos para hostilizar a nuestras tropas; y manifestaron tan decidido empeño en impedir los trabajos, que destruían de noche las obras ejecutadas durante el día, llevando sus desmanes hasta derribar y hacer pedazos el marco colocado en 1844, que con el escudo de las armas de España señalaba el límite de los dos campos. Fue preciso reforzar la guarnición de Ceuta para contener los insultos de los moros, y desembarcaron en aquella plaza el 30 de Agosto dos batallones de cazadores.
Septiembre. El Comandante General de Ceuta, brigadier D. Ramón Gómez, dirigió personalmente, en los días 9 y 13 de Septiembre, las salidas que hizo la guarnición, y logró, con escasa pérdida de su parte, rechazar a los moros hasta más allá de la Mezquita, distante 2 kilómetros de la plaza. La construcción de la casa-fuerte se llevó a efecto sin que los moros volvieran a impedirlo, ni a hostilizar a nuestros soldados.
En la posibilidad de una guerra con el imperio de Marruecos, se reunió en Algeciras un cuerpo de observación, mandado por el Mariscal de Campo D. Rafael Echagüe. A fines del mismo mes de Septiembre se organizó en Cádiz y pueblos inmediatos una división de reserva independiente de él.
Octubre. Declarada la guerra el 22 de Octubre, se organizó en tres cuerpos el ejército de África, formándose además una división de reserva y otra de caballería.
Noviembre. Por Real decreto del 2 de este mes fue nombrado General en jefe del ejército el Capitán General D. Leopoldo O´Donnell
Día 19. Avanzó el general Echagüe en dos columnas, llevando delante una a vanguardia, sobre el Serrallo, gran edificio ruinoso, situado a 3 kilómetros de Ceuta, en la falda de una línea de alturas escarpadas y cubiertas de espesos bosques. Al aproximarse las tropas fue abandonado el Serrallo por los moros, y se hizo un reconocimiento a vanguardia, mientras las compañías de ingenieros aspilleraban los muros del edificio ocupado, cerraban su recinto y desembarazaban de árboles y malezas sus alrededores. El reconocimiento se llevó hasta el punto culminante de las alturas , a 5 kilómetros de Ceuta; se eligieron las posiciones que habían de fortificarse, y se retiraron en seguida las tropas, acampando en el Serrallo.
Día 20. La brigada de vanguardia salió a ocupar los puestos avanzados para proteger los trabajos de los ingenieros, que empezaron a construir los reductos de Isabel II y Príncipe Alfonso, que con el Serrallo, situado en el centro, debían formar una línea defensiva.14 bajas entre muertos y heridos.
Diciembre.
Día 3. En este día se empezó a construir el reducto Rey Francisco.
Día 6. Empieza a construirse un camino que unía el Serrallo con los reductos Isabel II y Rey Francisco.
Días 10 y 11. En estos días se hizo un camino de comunicación entre los reductos Isabel II y Rey Francisco. Comienza la construcción del reducto Cisneros.
Día 16. La división de reserva, sostenida por la segunda del tercer cuerpo, protegió los trabajos del camino de Tetuán. Cuatro batallones del segundo se ocuparon de la tala de árboles. Empezó la construcción del reducto de Piniés y del camino de Ceuta la Vieja al Serrallo.
Abril
Día 26. Se firma la Paz en el acuerdo de Uad-Ras en el que se fija los nuevos límites del territorio de Ceuta.
El ejército marroquí
Se gradúa en ocho o nueve millones de habitantes la población del imperio de Marruecos; y aunque compuesta de diversas razas, diseminadas en un extenso territorio y poco sumisas las de algunas comarcas, reconocen todas el poder central de un Soberano, al que está unido el prestigio religioso de los Scherifes, influyendo poderosamente esta circunstancia en el ejercicio de su autoridad despótica y facilita la reunión de numerosas fuerzas en caso de guerra, a la que acuden gustosos las Kabilas con armas y caballos. En Tánger y Tetuán se estiman 30.000 infantes y 3.000 caballos, de los que sólo a la tribu de Anghera se les asignan 8.000 de los primeros. Es de justicia el consignar el valor individual, y hasta temerario, que los marroquíes y especialmente las Kabilas del Riff, de Uad-Ras, de Anghera y otras han demostrado en la lucha, exigiendo también la imparcialidad el conceder a todos una destreza en el tiro de sus espingardas, que sólo puede adquirirse acostumbrándose desde la infancia a su manejo; y si en la última guerra la fortuna no les fue favorable en un solo combate, debe atribuirse a su mala organización militar, sin que por las derrotas que en ellas sufrieron pueda creerse que ha amenguado en nada el carácter belicoso que en guerras anteriores han acreditado.
Los proyectos de fortificación
Tras el acuerdo de Paz, era necesario establecer unos puestos de vigilancia a lo largo de la nueva línea divisoria, límites que han sido discutidos por diferentes informes, como este del año 1890 del periodista Manuel Tello Amondareyn (Ceuta llave principal del Estrecho. Editorial Alzagara e Instituto de Estudios Ceutíes):
“España debe extender su territorio en África, según se expresó en el primer artículo de las bases preliminares firmadas en Uad-Ras, y en el primer párrafo del artículo 3º del Tratado de Paz, desde el mar, SIGUIENDO LAS ALTURAS DE LA SIERRA BULLONES, hasta el barranco de Anghera: de este modo conseguiríamos llevar la primera línea defensiva al boquete de Anghera, posición indispensable si algún día hemos de avanzar por este lado hasta Suk-El Jimis (feria del jueves) verdadero centro estratégico del triángulo que forman Tánger, Ceuta y Tetuán: de este modo quedaría en nuestro territorio la magnífica bahía de Benzú que hoy constituye un serio peligro para Ceuta, y que puede servir de refugio a una flota numerosa”.
Este mismo autor dejó constancia por escrito de la conveniencia en facilitar las relaciones comerciales con los lugareños de la Sierra de Bullones y no considerarlos como un peligro para la estabilidad de la zona.
Quizás todo lo aquí apuntado sirva para entender porqué los primeros proyectos eran tan ambiciosos en cuanto a números de hombres a albergar en dichos recintos.
Entre los años 1860 y 1866 se realizaron numerosos proyectos para fortificar los puntos ocupados durante la guerra por los reductos. Resulta curioso seguir la evolución de los trabajos de los ingenieros militares.
A mediados del siglo XIX, el arte de fortificar había evolucionado hacia una geometría dependiente de la topografía, de los posibles flancos de ataque y por supuesto de las características de las piezas de artillería que fueran a alojar o de las que tuvieran que defenderse, de hecho, los reductos construidos durante la guerra responden a esas premisas (figura xx). Los sistemas Poligonal y Atenazado de finales del siglo XVIII seguían vigentes, con galerías aspilleradas (el fusil se había perfeccionado y su uso era muy común) y caponeras.
La construcción de las “bóvedas a prueba” con hormigón para alojar las piezas de artillería protegidas del fuego enemigo es un dato muy interesante, ya que dará lugar al empleo pionero en edificios no civiles, como más tarde comentaremos.
Ejemplos de estas obras las tenemos en San Sebastián con los Fuertes de Guadalupe, San Marcos y Choritoquieta, pertenecientes al llamado Campo atrincherado de Oyarzun (1887). De igual modo en Cartagena tenemos el Castillo de San Julián, Fuerte de Navidad, Cuartel Defensivo de Fajardo…
figura 1: reducto Príncipe Alfonso, 1859
figura 2: reducto de Asís, 1859
figura 3: reducto de Piniés, 1859
figura 4: reducto de Isabel II, 1859
Los fuertes del Campo Exterior de Ceuta
Fuerte del Príncipe Alfonso
Según la documentación encontrada, no se hicieron varias propuestas para este emplazamiento como ocurriría en los demás, de tal manera que se empezó a construir nada más terminar la guerra ante la posibilidad de nuevos ataques desde la bahía de Castillejos. Responde al sistema poligonal con caponeras poligonales y doble cuerpo de aspilleras, excepto en la caponera Sureste, donde es triple. En el frente sur albergaba cuatro piezas de artillería. La planta se asemeja aun rectángulo de 52x26 metros (figura xx).
Las cubiertas recogían el agua pluvial y la conducían a un aljibe situado en el centro de la edificación para abastecerla en caso de cerco.
Fue levantado sobre el reducto y adaptándose al terreno, como demuestran la existencia de un sótano en la caponera Sureste y las formaciones rocosas que afloran en el foso seco que circunda el fuerte. Los muros de fabrica de ladrillo y de piedra alcanzan un metro de espesor a la altura de las aspilleras. La cubierta compuesta por doble capa de fábrica de ladrillo (28x14x2cm) con mortero bastardo apoyada en cabios y vigas de madera (22.2x7.5x600cm). Es interesante la ejecución de las aspilleras, todas con derrame exterior, ofreciendo una abertura en el trasdós del muro igual a lo largo de toda la fachada, pero en el interior las dimensiones varían (figura xx), posiblemente para cubrir todos los ángulos, tanto en horizontal como en vertical.
En los años 1903 y 1945 se realizan algunas obras que no llegan a afectar las características tipológicas del fuerte.
Figura 6: plano del fuerte Príncipe Alfonso por don Paulino Aldaz, 1860
Figura 7: fotografía del fuerte del Príncipe Alfonso
fotogramas de la película LA BANDERA, dirigida por Julien Duvivier en 1935
Modelo 3D del proyecto del fuerte Príncipe Alfonso por don Paulino Aldaz, 1860
Fuerte de Isabel II
“Por R.O. de 12 de diciembre de 1862, se aprobó el Proyecto de sustitución del Reducto por una Torre. En 1871 se procedió a la construcción de la torre actual… suspendidas las obras en 1874 se reanudaron en 1877, terminándose en 1880”. (informe de la gerencia de infraestructura del Ministerio de Defensa).
En 1862 D. Paulino Aldaz trabaja en un proyecto de torre circular para 100 hombres y batería alta, dentro del reducto del mismo nombre. Tenía dos alturas y una cubierta apta para piezas de artillería a la que se accedía mediante una rampa adosada a la fachada del patio abierto. El diámetro interior era de 22 m. (figura 08)
D. José de Ramón Carbonell en junio de 1864 proyecta un fuerte atenazado y poligonal que aloja un cuartel defensivo de dos plantas capaz de albergar 250 hombres (figura 09).
D. Pedro de Eguía aprovecha el trabajo de Carbonell y propone en febrero de 1865 una variante sin el cuartel defensivo (figura 10). A la par, expone una torre circular con patio abierto y con 6 caponeras con dos alturas en todo su conjunto (figura 11). En mayo de 1866 realiza una nueva modificación, introduciendo una torre circular en el interior de un reducto, aprovechando sus proyectos de 1865 (figura 12).
Finalmente la obra llevada a cabo siguió las pautas de D. Pedro de Eguía pero exclusivamente para la torre circular.
Constructivamente aporta como novedad el empleo de hormigón en masa para las bóvedas de la segunda planta. Este material se empezó a utilizar en algunos muros allá por la década de los años 20, en esta plaza la Batería del Quemadero, en la primera mitad del siglo XIX, también lo utilizó como demuestra el siguiente informe:
Memoria que acompaña al Proyecto de Batería Acasamatado que debe construirse en el Punto llamado del Quemadero:
“la actual batería del Quemadero se compone, como casi todas las que hoy resisten, de un muro troncocónico de buena mampostería ordinaria que sirve de sostenimiento a un terraplén formando aquel, pues el resto lo cubre la configuración del terreno.
Respecto a su construcción es en general de mampostería ordinaria con cadenas de ladrillo, sus bóvedas a prueba de hormigón y de ladrillo las cañoneras, esquinas, nichos y su puesto”.
En la necrológica de D. Federico Mendicuti, aparece una felicitación en el año 1867:
“por el estado avanzado de las obras de Isabel II a pesar del corto tiempo empleado y de la escasa cantidad invertida”
Este dato pone en entredicho las fechas de ejecución del Fuerte que figuran en los archivos de la Comandancia General de Ceuta, antes descritos.
Parece por tanto lógico, que ante la falta de materia prima adecuada (canteras de piedra de cierta calidad) se optara por el hormigón más barato y rápido de ejecutar. Ahora bien, podríamos considerar este fuerte como un edificio no civil pero al fin y al cabo es un edificio alejado de las obras tipificadas dentro de la ingeniería. Sería interesante investigar cuántos edificios de hormigón se realizaron antes que este. Desde luego en Ceuta parece ser que fue el primero, lo que le da aún mayor importancia de la que ya tiene.
figura 8: proyecto de Isabel II por Pedro de Eguía, 1865
figura 9: proyecto de Isabel II por Pedro de Eguía, 1866
figura 10: proyecto de Isabel II par José de Ramón Carbonell, 1864
figura 11: proyecto de Isabel II por Pedro de Eguía, 1865
figura 12: proyecto de Isabel II por Paulino Aldaz, 1862
imágenes fuerte Isabel II
figura 13: Isabel II por Juan Picasso 1862
figura 14: Isabel II 1903
figura 15: vista de Isabel II, 1910
figura 16: Isabel II, 1920
modelos 3D de los proyectos del fuerte Isabel II
Fuertes de Piniés, Francisco de Asís y Ányera
El primer proyecto data del 25 de octubre de 1860 por D. Paulino Aldaz (figura xx). Se trataba de una torre de planta octogonal, patio central, dos alturas con galerías aspilleradas y cubierta coronada por merlones. Todo el fuerte estaría rodeado por un foso seco. En el interior se alojaría un aljibe para recoger y almacenar las agua pluviales.
En 1861, D. Andrés Brull proponía un fuerte de planta hexagonal de una altura y patio central cuadrado. También tenía aspilleras y merlones, pero sustituía el foso seco por la escarpa (figura xx).
En 1861 empiezan las obras en Anyera, terminándose en diciembre de 1862, año en el que se aprobó por Real Orden de 21 de mayo el Proyecto de Torre en los puntos denominados Piniés, Francisco de Asís Gebel –Anghera y Renegado.
El 2 de agosto de 1862 dieron principio las obras de Francisco de Asís y terminaron el 10 de septiembre de 1863.
El fuerte de Piniés se finalizó el 8 de junio de 1864.
A lo largo de los años se han sucedido diferentes reformas según los proyectos de fechas, 31 de mayo de 1866 y 6 de marzo de 1883. La última transformación importante tuvo lugar en 1945 donde se ejecutaron las escaleras que han llegado hasta nuestros días (figura xx).
Básicamente se trata de un Fuerte de planta circular, con un diámetro interior de 690cm, sección troncocónica, tres alturas (18m en total), coronando la última planta una cúpula de ladrillo. La cubierta como es normal ya, la culminan merlones y matacanes. Rodeado de un foso seco y con un aljibe para almacenar agua.
Lo más característico de este modelo son las aspilleras, puesto que se agrupan en vertical en una sola. Los huecos que dan servicio al sótano van alternando su uso, ventilación e iluminación con aspilleras para cubrir el foso. También son el único modelo que tiene revestida toda su fachada con mortero de cemento bastardo.
En el año 1945 ya no aparecían los huecos de iluminación abiertos ahora en las obras de rehabilitación. Las escaleras se modificaron al igual que todos los forjados.
Otros elementos que se han descubierto han sido unos huecosen la planta de acceso que paliaban el defecto de la disposición radial de las aspilleras que dejaban puntos ciegos donde no era posible divisar al enemigo (figura xx).
Figura 17: proyecto de Piniés, Francisco de Asís y Ányera, por Paulino Aldaz, 1860
Figura 18: proyecto de Piniés, Francisco de Asís y Ányera, por Brull, 1861
Figura 19: proyecto de Piniés, Francisco de Asís y Ányera por José de Ramón Carbonell, 1866
Figura 20: planos estado actual
imágenes fuerte Francisco de Asís
Figura 21: vista frontal de Francisco de Asís
Figura 22: vista desde abajo de Francisco de Asís
Imágenes fuerte Piniés
Figura 23: vista de Piniés con Francisco de Asís al fondo
Figura 24: Piniés desde la “curva de la viuda”
Figura 25: vista de Piniés desde carretera del Serrallo
Figura 26: Vista de Piniés desde zona más alta
Imágenes fuerte Ányera
Figura 27: vista frontal de Ányera
Figura 28: vista de Ányera desde la carretera.
modelos 3D proyectos de Piniés, Francisco de Asís y Ányera, por José de Ramón Carbonell, 1866
modelos 3D proyectos de Piniés, Francisco de Asís y Ányera, por Paulino Aldaz, 1860
modelos 3D del estado actual de Piniés
Fuertes de Aranguren y de Mendizábal
“Torre de Mendizábal. Por B.O. de 12 de septiembre de 1864 se da paso a la formación de Proyecto de esta Torre, que fue aprobado por R. O. de 20 de octubre de 1866… terminándose las obras en 1881-82”. (informe de la gerencia de infraestructura del Ministerio de Defensa).
D. Juan Picasso en el año 1862 realiza una propuesta de torre circular de dos plantas y patio central cubierto.
El 23 de febrero de 1865 el Ingeniero D. Pedro de Eguía firma el “Proyecto de Fuerte Mendizábal”, de una altura y planta cuadrada, asimilable al sistema poligonal aunque con influencias aún de los baluartes. Todo su perímetro tenía aspilleras y troneras para artillería en las esquinas (figura xx).
D. Federico Mendicuti termina el 31 de mayo de 1866 otro Proyecto de Torre para estos puntos. Se vuelve nuevamente a las torres circulares, esta vez con un patio central cubierto por una cúpula en el que se dispone la escalera que da acceso a las dos plantas abovedadas y construidas con ladrillo. Como siempre el foso perimetral y el aljibe de agua enterrado. Sin embargo, la cubierta no tiene merlones sino aspilleras además de los matacanes. El interior tiene 13 m de diámetro y una altura de10.50m (figura xx).
La torre de Aranguren se rige bajo las mismas disposiciones que la de Mendizábal, las fechas de inicio y finalización de las obras son, 16 de julio de 1882 y 10de junio de 1883.
Las obras encaminadas a poner en uso este monumento se basan en el estudio de una grieta que lo divide en dos piezas, con el peligro de derrumbamiento que conlleva. Según los datos actuales, es una coincidencia de diversas causas. La nula resistencia a esfuerzos de tracción del muro ante una falta de resistencia del mortero, la posición sobre una falla y el descuido en su mantenimiento en los últimos 20 años.
Figura 21: proyecto de Mendizábal y Aranguren por Pedro de Eguía, 1865
Figura 22: proyecto de Mendizábal y Aranguren por Federico Mendicuti, 1866
Figura 23: fuerte Mendizábal
Figura 24: fuerte Aranguren
Fuerte de Benzú
3 de junio de 1864, D. José de Ramón Carbonellestablece el sistema atenazado con un cuartel defensivo para 100 hombres (figura xx).
D. Pedro de Eguía continúa en su línea investigadora con la el mismo tipo que en Mendizábal e Isabel II, un cuadrado de donde sobresalen en las esquinas, a modo de caponeras, los edificios que forman un ángulo de 90 grados (figura xx). O bien un sistema poligonal delimitados por edificios de una planta, semejante al Fuerte del Príncipe Alfonso, ambos de 23 de febrero de 1865 (figura xx).
D. José de Ramón Carbonell hace lo mismo que su compañero readaptando las propuestas para Isabel II en este nuevo emplazamiento, Reducto y Torre en su interior. 31 de mayo de 1866 (figura xx).
Las obras finalizaron en 1884 y el autor fue D. Federico Mendicuti y no se diferenciaba mucho de la de Isabel II, pese a contar con una planta (figura xx).
Hoy en día esta fortificación ya no existe debido a una explotación de una cantera sobre la que estaba situada.
Figura 25: Proyecto de Benzú por Pedro de Eguía, 1865
Figura 26: Proyecto de Benzú por Pedro de Eguía, 1865
Figura 27: proyecto de Benzú por Pedro de Eguía, 1865
Figura 28: proyecto de Benzú por Federico Mendicuti, 18881
modelos 3D de Benzú
fotogramas de la película LA BANDERA, dirigida por Julien Duvivier en 1935
fotografías antiguas
Fuerte del Renegado
Demolido para la construcción de una dirección de tiro, ya en desuso , conocida popularmente como la Tortuga.
Figura 29: fuerte del Renegado desde el cuartel González Tablas
Figura 30: fuerte del Renegado desde el cuartel González Tablas
Antecedentes fortificaciones Neomedievales
Cuando hablamos de las fuertes Neomedievales nos referimos a fortificaciones construidas en la línea fronteriza establecida en Ceuta tras el tratado de paz de Wad-Ras de 1860. Actualmente quedan 7 de las 9 que se ejecutaron y tienen la particularidad de recuperar elementos de las fortificaciones medievales, de ahí el nombre otorgado por el historiador Luis de Mora Figueroa, Neomedievales. Según el investigador esta tipología ya se había utilizado previamente en Francia desde principios del siglo XIX dentro de una planificación para la defensa de las costas atlánticas y mediterráneas Torres y reductos modelos tipo 1811, disponiendo una serie de torres y reductos para proteger las baterías de costa ante ataques desde tierra; se trataba de posiciones artilleras con terraplenes de protección y un pequeño cuerpo de guardia. Estas fortificaciones contaban con artillería y albergaban una pequeña guarnición y los tres modelos podían servir de puesto de vigilancia o como protección de baterías de costas y de puertos. Constructivamente, (al menos las que se podrían equiparar con nuestros fuertes neomedievales) se trataba de torres de planta cuadrada, construidas en piedra, de tres niveles, con bóvedas a prueba de bombas y aspilleras en las fachadas. En 1846 se pone en marcha un nuevo plan, Torres y reductos modelos tipo 1846 (01 y 02), bajo el mismo principio pero mejorando las construcciones y añadiendo la posibilidad de ubicar piezas de artillería sobre la cubierta de las torres. Estas nuevas fortificaciones se terminan de construir en torno a 1860.
Si bien las secciones y ciertos elementos puedan ser similares a los fuertes neomedievales de Ceuta, se podría afirmar que se trata de conceptos distintos. La torre medieval tradicional, esto es, de planta circular utilizada para reforzar las esquinas de las murallas, fue sustituida a partir del siglo XVI por bastiones para asegurar el control visual sobre todos los posibles puntos de ataque. Este elemento introducido por ingenieros militares italianos fue posteriormente desarrollado durante todo el siglo XVII y parte del XVIII por el ingeniero francés Vauban en la defensa contra asedios de numerosas ciudades, imponiéndose como modelo en toda Europa.
Quizás el precedente más cercano a nuestros fuertes lo encontremos en las torres Martello (01) construidas por el ejército británico en numerosos lugares de su imperio desde finales del siglo XVII hasta la segunda mitad del siglo XVIII. Se trataba de torres circulares construidas en piedra, de 2 o 3 niveles, con artillería ligera y con un acceso por el primer nivel (con la posibilidad de retirar la escalera para permanecer aislados ante posibles asedios). Sin embargo, no contaban con aspilleras ni con matacanes para la defensa en caso de ataque.
En realidad, el modelo de Ceuta surge de un proceso evolutivo, basado en el ensayo y error tras construir la primera posición, el fuerte del Príncipe, acorde con el modelo poligonal-atenazado imperante a mediados del siglo XIX en Europa, constatando sus carencias para resistir los ataques del ejército enemigo, de ahí que los ingenieros militares fueran modificando los diferentes proyectos sobre planos (más cercanos a los reductos franceses del plan de 1846) hasta llegar a la conclusión de que lo mejor era construir una versión contemporánea de las torres medievales, llegando incluso a innovar en el sistema constructivo, utilizando hormigón en masa para la ejecución de las bóvedas de arista de los fuertes de Isabel II y de Benzú (éste último ya desaparecido).
Influencias de las fortificaciones de Ceuta
En Melilla también se construyeron fortificaciones similares (Las nuevas fronteras españolas del siglo XIX: La arquitectura de los fuertes neomedievales de Ceuta y Melilla, Antonio Bravo Niento) y con los mismos fines tras la delimitación de la nueva línea fronteriza, entre 1881 y 1891, pero son posteriores a los de Ceuta (construidos entre 1860 y 1884); Camellos, San Lorenzo y Cabrerizas Bajas siguen los modelos de Isabel II y Benzú de Ceuta. En cuanto a los modelos poligonales con caponeras, el primero fue el de Príncipe Alfonso en Ceuta y posteriormente en Melilla se construyeron diversas evoluciones; Rostrogordo, Cabrerizas Altas, María Cristina y Sidi Guariach.
Hay otro lugar en el que se construyeron fortificaciones con características parecidas y casi al mismo tiempo. Se trata del sistema defensivo para controlar el paso natural entre España y Francia atravesando el Pirineo central, en la localidad de Canfranc (Huesca). Sin embargo, las dos torres de fusilería (de las que sólo queda una, la Torreta que acompañaban al fuerte de Coll de Ladrones se construyeron entre 1888 y 1900, posteriores a los fuertes de Ceuta y Melilla, y parecen más bien una herencia de las fortificaciones francesas del plan 1846 comentadas anteriormente.
Se puede afirmar que el sistema defensivo utilizado en Ceuta fue pionero y que su excepcionalidad no reside en las dimensiones de sus componentes o en la superficie abarcada sino en el proceso evolutivo de los proyectos, en cuanto a modelo y a sistema constructivo y, ante todo, en que constituye una separación entre diferentes civilizaciones que se muestra en las soluciones constructivas y funcionales de los mismos. Puede que no sea un patrimonio universal pero sí se le podría atribuir una cierta excepcionalidad.

