Contraescarpa del foso de la Almina
COD. A06
(R.I.) - 53 - 0000555 – 00022
Ingeniero: Desconocido
Ref. catastral:
Siglo XVII
Información extraída del Plan Especial de Protección de Conjunto Histórico de las Fortificaciones del Recinto de la Almina (autores: Gurriarán Daza, García Villalobos, Pascual Origosa, Muñoz Marín)
DESCRIPCIÓN DEL ELEMENTO:
a) Inmueble objeto de la declaración
La construcción objeto de atención en esta ficha del Catálogo es el muro de la contraescarpa del Foso Seco de la Almina, situada en el tramo Oeste de las murallas de La Almina de Ceuta.
Nos encontramos en el límite que se enfrenta desde el este con el núcleo tradicional de la Ciudad. Se trata de una zona que ha contado con importantes obras de fortificación desde que se creó un arrabal en periodo islámico a oriente de la madina. La separación entre ambos sectores medievales se efectuaba por una barbacana, que se transformó más adelante en un foso seco por obra de los ingenieros portugueses, dotado de escarpa y contraescarpa y un puente que comunicaba con la Puerta de la Almina abierta en el muro Este de la Ciudad.
Según el historiador Alejandro Correa, el desarrollo de la fortificación del recinto de La Almina acontece en 1.720 por los sectores Oeste y Sur mediante un parapeto que arranca desde el Agujero de La Sardina a la playa de San Jerónimo (hoy conocida como de la Peña).
La repoblación de la península, concretada a partir del largo asedio de Muley Ismail, determinó en un principio la conservación de una franja despejada en los terrenos del común, aledaños al foso seco. En ellos se planteó la construcción de varios espaldones de protección y un amplio revellín, que vemos reflejados en diversas planimetrías, como sucede con la de P. de Aubeterre de 1726 y otra representación anónima de la misma época. Se arruinaron pronto, con lo que en 1.751 estos frentes fueron remodelados construyéndose los baluartes de San José y de San Carlos, así como la muralla que enlazaba el frente occidental del baluarte de San Sebastián con La Puerta de Fuente Caballos y el Torreón de San Jerónimo. El conjunto de fortificaciones que fue trazado hacia la zona sur se organizó en torno a una antigua fuente conocida como de Caballos; allí, al pie del mar se construyó una poderosa cortina flanqueada por los baluartes de San Carlos y San José, siendo este último el situado en el extremo oeste. Se comunicaban con el foso seco a través de la puerta conocida como Boquete o Agujero de la Sardina.
El Foso Seco de la Almina vio ocupar su extremo meridional con el Mercado Central de Abastos durante la II República, que décadas después se terminó de colmatar con una ampliación del edificio original. No obstante, parte de la escarpa y la contraescarpa, aún se conservan dentro de los sótanos del citado edificio. De este modo, será la presencia del Mercado Central la que defina el extremo oeste de las murallas y el Foso Seco de la Almina, en torno a las calles Alcalde José Victori Goñalons, Teniente José Olmo y Deán Navarro Acuña y la Plaza de la Constitución. Será la Calle Deán Navarro, y su prolongación en la conocida como Curva del Plátano hacia el Paseo Colón, el eje que marque el desarrollo de la muralla que mira hacia la playa aledaña.
Las estructuras militares objeto de estudio en esta ficha pertenecen al sistema defensivo de la contraescarpa del Foso Seco de la Almina, y consta del propio lienzo de la contraescarpa y otro interior y paralelo que coincide en su trazado con la prolongación de los muros de los espaldones del sistema de San José y San Carlos.
Se conserva en la calle José Olmo el alzado del muro interior que coincide en su trazado con el vial existente en su alineación este. Arranca en el extremo de la citada calle que hace esquina con Deán Navarro Acuña, y posee una longitud de 55 m. Tras un quiebro, continúa con otro tramo de 17 m.
La superficie del foso propiamente dicha está en la actualidad ocupada por el Mercado Central. Se conservan los muros de la contraescarpa integrados en su planta bajo rasante, dispuestos a lo largo de la alineación con la calle José Olmos en su fachada oeste. El trazado de la Calle José Olmos respondería a un hipotético camino de ronda de la fortificación dispuesto entre la contraescarpa propiamente dicha y el lienzo interior citado.
b) Partes integrantes, pertenencias y accesorios
Consultando la cartografía de 1726 se representa el foso de la Almina. El muro de la contraescarpa estaba solo construido en su primera fase, coincidente con el tramo del extremo norte, mientras que en el extremo sur existía aún el primer trazado de la muralla de 1720, en un estado previo a la construcción del sistema de los baluartes de San José y San Carlos. Se observa la topografía bastante acentuada, pero no esta construido el muro de la contraescarpa.
En la planimetría de 1743 de Don Lorenzo de Solís ”Plano en grande del proyecto de Fuente Caballos, demostrando el estado de la obra” se muestra en planta el conjunto de las fortificaciones del sector oeste. El muro de Calle José Olmo se representa como la continuación de un muro paralelo al sistema de San José y San Carlos, que formaba parte de los espaldones en este frente, girando para continuar en paralelo al muro de la contraescarpa del foso seco. Seguía la topografía del terreno. Dejaba un camino de ronda entre el citado muro y la contraescarpa, en esta época ya construido. Se adosa al muro, por su parte interior, un cuerpo de guardia y existiría también un revellín que ocuparía los terrenos que continuaban hacia el este.
Este muro parece coincidir en la actualidad con la traza del acceso, que se realiza bajo la Calle de la Independencia, al actual Cuartel de La Legión ubicado en los Baluartes de San José y San Carlos.
En la planimetría de 1799 “Plano de una porción de la muralla del sur, que comprende desde Fuente-Caballos hasta el Espigón de la Rivera” del autor Juan Bautista de Jáuregui, se representa en planta, alzados y secciones el sistema defensivo del oeste de la fortificación, comprendido por los Baluartes de San José y San Carlos, desde la bajada a la playa por Fuente de Caballos hasta el Boquete de la Sardina.
Se representa en alzado los espaldones de protección. Estas obras están levantadas por detrás de los muros en el inicio de la contraescarpa, por su zona sur, con el encuentro de la puerta del Boquete de la Sardina. El muro que se conserva en la actualidad en la calle José Olmos formaría parte del sistema defensivo para la formación de éstos espaldones.
El tramo de muro se compone de un lienzo principal con alzado de perfil ligeramente ataludado erigido con mampostería irregular, desmochado, y roto en su límite septentrional.
La base del muro sigue la rasante del vial, con pendiente ascendente hacia la salida sur de la calle José Olmo, en la esquina a la calle Independencia. Forma un quiebro en su trazado, paralelo al cambio del trazado de la contraescarpa del foso de la Almina. En la superficie de la coronación del muro existen varias viviendas; estas construcciones se apoyan directamente sobre el muro.
En la actualidad las fachadas del edificio del Mercado Central se alinean con la traza de los muros de formación de escarpa y contraescarpa del foso.
Los muros desaparecidos y de trazado hipotético (no visibles en la rasante actual), si bien no están incluidos dentro de la delimitación literal del BIC, quedarán insertos dentro del perímetro general de protección planteado en esta ficha de catálogo.
c) Descripción del entorno afectado
Tal y como se ha descrito en el punto anterior, el Mercado Central está ocupando gran parte de la superficie del foso seco de la Almina. La construcción el edificio se apoya sobre los muros de la escarpa y contraescarpa del foso y actualmente son visibles desde el interior del mercado. Sus superficies están ocultas por los acabados de revestimientos del edificio, pero se pueden identificar los muros ataludados desde el interior.
Tiene una longitud total de 220 m medidos desde la arista del baluarte de San Sebastián hasta la esquina del baluarte de San José y forma un quiebro en el punto medio, aproximadamente a una distancia de 108 m medido desde la esquina del baluarte de San José. El foso tiene una profundidad media de 10 m.
Una de las rampas adosada al muro de la contraescarpa del foso está actualmente en uso por las instalaciones del mercado. Se identifica en las fotografías anteriores a la construcción del mercado en 1933.
El muro que se alza en la calle José Olmo en la actualidad está en buen estado de conservación y la mayor parte de su trazado es visible. Existen viviendas adosadas que se construyen encima de la superficie de las tierras que contiene. El muro salva un desnivel de 3.80 m de altura. Tiene una altura de 1.40 metros en su extremo sur situado en la esquina de la Calle José Olmo con calle Independencia, y una altura máxima de 4.50 m en su extremo septentrional. La base del muro sigue una pendiente ascendente hacia su extremo sur, acompañando la rasante de la calle José Olmo. Tiene una longitud total de 66 m y el quiebro en su trazado coincide con la línea del muro de contraescarpa del foso.
Aparece otro alzado de muro entre la rampa que forma la rasante de la calle José Olmo en su extremo sur, con el acceso al Cuartel de la Legión. Este muro tiene una longitud de 42 m y su alzado es creciente, de 0.50 m hasta 2.50 m, desde el cambio de rasante de la calle hasta el paso bajo calle Independencia. Este muro continúa hacia el interior de las instalaciones de la Legión, coincide su trazado con los muros de formación de espaldones que continúan en paralelo a los baluartes de San José y San Carlos, son coincidentes con los representados en la cartografía histórica consultada.
En definitiva, nos encontramos en la actualidad en una zona inserta en plena trama consolidada de la Ciudad Histórica en la zona del foso de la Almina. El mercado condiciona cualquier aproximación al urbanismo del lugar, ya que configura el cierre completo hacia la antigua superficie del foso e integra el muro de la contraescarpa propiamente dicho. El lienzo paralelo al interior queda inserto dentro de una manzana de viviendas bajas tradicionales que configuró esta parte de los terrenos del revellín.
El extremo norte del lienzo, roto y desaparecido en la actualidad, continuaría hasta el puente de la Almina, para enlazar luego con el baluarte de San Sebastián. En esta zona de entronque de la Calle Teniente José Olmo con la Plaza de la Constitución existen bloques en altura con viviendas y comercios en planta baja.
DATOS HISTÓRICOS-ARTÍSTICOS:
a) Época de construcción
Las obras de construcción de esta muralla tienen su antecedente en el año 1720 donde se levantó el parapeto que va desde el Boquete de la Sardina hasta la playa de San Jerónimo. En esta primera fase solo se realizó el primer tramo de la contraescarpa del foso seco, en su tramo situado más al norte.
En 1751 Se construyeron los baluartes de San José y San Carlos y la parte de la contraescarpa que enlazaba el flanco occidental del baluarte de San Sebastián con la Puerta de Fuente de Caballos y el torreón de San Jerónimo.
b) Autor-constructor
Aunque no podemos conocer con exactitud los autores directos de esta construcción, sí sabemos que la iniciativa de fortalecer el recinto de la Almina surge a partir de que el Gobernador D. Luis Rigio, Príncipe de Campo Florido, puso en estado de defensa todo el litoral de la Almina y del monte Hacho en el año 1.720, como consecuencia del largo sitio a que fue sometida Ceuta por la artillería marroquí entre 1694 y 1727. A partir de este momento la fortificación se irá realizando bajo el cargo de distintos gobernadores.
Durante el gobierno del teniente General de Croix 1751-1754, el gobernador mandó levantar varios espaldones y plantar espesas alamedas en la zona oeste de la ciudad, aunque no se han conservado hasta la actualidad.
c) Tipología
El foso seco formaba parte del frente defensivo de la Ciudad, en su frente este y estaba reforzado hacia el campo exterior por la contraescarpa, lienzo de muralla y un revellín central.
Hay que tener en cuenta que el Foso Seco de la Almina ya fue abierto por ingenieros portugueses a finales del siglo XVI, creando un sistema que sólo se inundaba con las mareas en su extremo norte. La refortificación del siglo XVIII dotó de mayor empaque al foso, edificando la escarpa y la contraescarpa y varias defensas adelantadas hacia los terrenos de la Almina. En este momento se decide dotar a la ciudad de un nuevo sistema de construcciones defensivas, formada por lienzos de muralla reforzados en puntos estratégicos por baluartes y semibaluartes que se adelantan a los lienzos, y zonas de vigilancia con la ejecución de garitas. Es en este momento cuando la contraescarpa del foso seco pasa a formar parte del recinto amurallado del barrio de La Almina, quedando integrada dentro del sistema de fortificaciones en su límite oeste.
d) Función dentro del sistema defensivo
Los muros objeto de estudio de esta ficha de catálogo forman parte del sistema defensivo de la contraescarpa del foso de la Almina, y de los muros paralelos de formación de espaldones que se construyeron como elemento de protección en el extremo suroeste de la fortificación. Defendían, por tanto, el límite este del foso y a su vez el frente oeste del recinto de la Almina.
Los extremos de la contraescarpa del foso de la Almina estaban defendidos por baluartes. El de San Sebastián, en su límite norte, protegía la puerta de acceso a la Almina y el puente que la comunicaba con la Ciudad. El Baluarte de San José defendía su límite Sur. La puerta del Boquete de La Sardina era la entrada al Foso Seco de la Almina desde su lado sur, y cerraba el acceso desde la playa de la Ribera.
Los muros paralelos que siguen la traza del sistema de san José y San Carlos se integraban en la formación de espaldones, como refuerzo defensivo para defensa de la población en el extremo suroeste de la fortificación de la Almina.
e) Otros datos
No procede.
PRINCIPALES ETAPAS DE CONSTRUCCIÓN:
En la segunda mitad del siglo XVI las autoridades portuguesas deciden abrir un foso de tipo seco en el límite oriental de la ciudad, más o menos donde se ubicaba una antigua barbacana de origen medieval. Esta obra será reforzada a lo largo del siglo XVIII, coincidiendo con la refortificación de la Almina.
En 1720 se levantó un primer parapeto que iba desde el Boquete de la Sardina hasta la Playa de San Jerónimo. En 1751 Se construyeron los baluartes de San José y San Carlos y una muralla que enlazaba el flanco occidental del baluarte de San Sebastián con la Puerta de Fuente de Caballos y el torreón de San Jerónimo. Las obras de la contraescarpa, que se iniciaron con la edificación de su extremo norte, se completaron en este momento.
En el siglo XX se ejecutaron distintas obras dentro del foso seco de la Almina, una vez perdida la finalidad militar de estas construcciones. Así, se ubicaron diversos cuarteles, entre los que destaca el que se edificó sobre el lienzo de la puerta del Boquete de La Sardina, el Cuartel de Intendencia.
Se construye en 1933 el Mercado Central, que ocupa prácticamente la totalidad del foso de la Almina. La construcción el edificio se apoya sobre los muros de la escarpa y contraescarpa del foso, los cuales son actualmente visibles desde el interior del mercado.
Las estructuras del revellín desaparecieron pronto, y similar destino se puede asociar a diversas estructuras militares asociadas. El muro que se conserva a lo largo de la calle Teniente José Olmo sobrevivió desmochado como basamento de un conjunto de viviendas bajas.
Estas actuaciones, han desvirtuado la silueta original de la fortificación y han desmontando parte de sus estructuras, perjudicando a la percepción y comprensión del bien.
ELEMENTOS CONSTRUCTIVOS, MATERIALES Y TÉCNICAS DE CONSTRUCCIÓN:
Por los datos que aporta la documentación histórica y los elementos constructivos que se conservan hoy día, sabemos que la construcción de estos elementos defensivos consistía en la ejecución de un elemento masivo elevado con mampostería careada de gran tamaño tomada con mortero calizo, que tiende a seguir hiladas, aunque en algunos puntos el aparejo se vuelve más grosero e incluye con profusión ladrillos y ripios de forma desordenada. El conjunto se protegía de forma conveniente con un fino enlucido de mortero de cal, dejando al descubierto la cara central de los mampuestos, a modo de vitola.
Desconocemos cómo se resolvía la cimentación, ya que no es visible en ningún punto. Hay que tener en cuenta que el trasdós del muro sirve para contener tierras.
BIBLIOGRAFÍA:
La bibliografía específica que existe sobre esta construcción es escasa, apareciendo la mayor parte de las veces en referencias incluidas dentro de obras de síntesis sobre las fortificaciones de Ceuta. De forma general, podemos reseñar las siguientes referencias:
RUIZ OLIVA, J. A., Fortificaciones militares de Ceuta: siglos XVI al XVIII, Ceuta, 2002.

